Todos aquellos que no estén de acuerdo
con lo que aquí escribo tildarán este artículo de posverdad, de manipulación de
la realidad. Es lo que ocurre en los últimos tiempos: calificamos de demagogos
a aquellos que no piensan lo mismo que nosotros, llegamos incluso a invalidar
intelectualmente su pensamiento. No obstante, los resultados del 21D son los
que son. Cada cual puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Pienso que la
auténtica jornada de reflexión tendría que ser el día después; para unos más
que para otros.
M. Rajoy convocó las elecciones en
Cataluña después de la aplicación del artículo 155 como consecuencia de la DUI
proclamada por el Parlament el 27 de octubre. Tomó todas aquellas decisiones
para restituir la legalidad en Cataluña. Sin entrar en legitimidades, su
celebración ha arrojado unos resultados claros al respecto: No al 155 – 78
escaños / Sí al 155 – 57 escaños; Puigdemont – 34 / Rajoy – 4. Los votos de la mayoría de los
catalanes parecen indicar que consideran que el gobierno cesado es el legítimo,
pues ha sido refrendado en las urnas por segunda vez, además, con el mismo
orden de partidos: República catalana – 70 / Monarquía parlamentaria – 57. Es
más, República – 78 / Monarquía – 57. Sin embargo, la CUP, que opta claramente
por la unilateralidad, ha pasado de 10 diputados en 2015 a 4 asientos. Por su
parte, Junts per Catalunya y ERC han hablado de bilateralidad en sus campañas
electorales. Es lógico interpretar que los votantes independentistas consideran
que es necesario el diálogo con el gobierno de España, aunque este por el
momento parece no querer mover ficha. Los costes institucionales y personales
que la desobediencia suponen resultan demasiado dramáticos. Recordemos que
cuatro personas se encuentran privadas de libertad y otras cinco, a mil
kilómetros de sus familias y su hogar. ¿Tomará Europa, por fin, cartas en el
asunto?
Ciudadanos ha sido el partido más votado
con 36 diputados sumando casi 67.000 votos más, aunque el bloque
constitucionalista suma 57, muy lejos de los 68 de la mayoría absoluta. Por su
parte, el bloque independentista ha conseguido una nueva mayoría absoluta. Han
perdido dos diputados y porcentaje de población que les apoya (47.5 %), aunque
suman casi 97.000 votos más. Rajoy ha declarado que los resultados no eran los
deseados, pero que el independentismo pierde apoyos. ¿Es eso cierto? ¿Por qué
tiene tanto miedo entonces a un referéndum pactado? Otras preguntas que me hago
es si estos resultados le llevarán a la reflexión y a entablar un diálogo con
el nuevo gobierno catalán, si por fin reconocerá que en Cataluña hay un
problema político que solo puede solucionarse haciendo política. De nada han
servido la presión judicial y policial, más bien para agravarlo.
Hay otras lecturas de los resultados que
me parecen importantes y que no se han puesto apenas en el foco. Los partidos
que defienden el modelo de escuela catalana vigente, que opta por la inmersión
lingüística, han logrado 95 escaños, frente a los 40 que están en contra. La
pluralidad de la sociedad catalana parece estar de acuerdo en un modelo
educativo que lleva años funcionando con rigor y eficacia, frente a los
intentos de desacreditarla con acusaciones de adoctrinamiento cuestionando a
los profesionales de la educación.
Por último, los escaños que han logrado
los partidos de ideología conservadora son 74 frente a los 44 que han
conseguido los partidos progresistas. Reconozco que ahora mismo no sé muy bien
dónde situar los 17 diputados del PSC. Disculpen mi confusión y mi ignorancia. Me
resulta llamativo este resultado en una sociedad en la que el 70 % de las
personas se declaran progresistas y de izquierdas. Los dos partidos más votados
(Cs y JxCat) son de centro-derecha. Ya fue significativa la presencia de
mujeres en minoría en las listas de todos los partidos políticos.
De todos modos, no hagan caso de nada de
esto porque lo escribo mientras los niños de San Ildefonso entonan su letanía.
Será posverdad, simple manipulación de la realidad.
Begoña Chorques Fuster
Profesora que escribe
Artículo publicado en el periódico ‘Ágora Alcorcón’
Exposición clara y precisa de la realidad catalana.
ResponderEliminarEnhorabuena Begoña.