domingo, 24 de noviembre de 2024

RESSENYA DE "NOMÉS UNA. QUE SI NO, FARÉ TARD"

Molt pocs coneixen el Guernica valencià, que va ser la pluja que bombes que van soltar sobre Xàtiva, un diumenge 12 de febrer de 1939, cinc avions italians que havia enviat el feixista Mussolini per ajudar el general Franco. S’acabava la guerra i s’acostava a l’estació un tren que transportava la 49ª Brigada Mixta cap a la rereguarda, la qual cosa va afavorir que l’estació de ferrocarril estiguera plena de gent de gom a gom. Hi van morir cent quaranta-cinc persones i va haver més de dos-cents ferits. El dia abans, ja havien mort també, a l’estació de Manuel, sis persones més. Amb Només una. Que si no, faré tard, Begoña Chorques rescata de l’oblit i dona veu a un ventall de personatges que van “viure” aquests fets. La ciutat de Xàtiva s’amaga sota el nom de Solsida, perquè la voluntat de l’autora no ha estat reconstruir uns fets històrics, sinó tractar-los des d’un punt de vista literari per marcar distàncies i poder descriure emocions i sentiments amb més llibertat. La novel·la, coral, s’estructura a través de relats en què diferents personatges, que van patir el bombardeig, dubten, s’interroguen, s’indignen... Així, l’autora s’acosta a uns fets que va marcar a moltes persones per a tota la vida. Després d’aquell bombardeig, per a molts habitants de Solsida, hi hagué un abans i un després. I es pregunten: I tu on eres quan va passar allò? I comproven que l’atzar va jugar un paper fonamental, la qual cosa es veu en el mateix títol de la novel·la que ve d’una xiqueta que se salvà perquè es va entretenir jugant a boletes: “Una partida més”. “Només una. Que si no, faré tard.”

 

Salvador Vendrell

Ressenya publicada al Levante EMV

Dilluns, 30 de setembre de 2024

 


domingo, 17 de noviembre de 2024

EL DILEMA DEL CORCHO

El corcho flota porque es muy ligero y menos denso que el agua, por lo tanto, la fuerza que ejerce el agua hacia arriba es mayor que el peso que tiene este material resistente y aislante térmico. Por tanto, su ligereza provoca su versatilidad para no hundirse. El dilema que se plantea es el siguiente: un  Profesor (Ramón Barea) de Ética y Filosofía Política de más de setenta años tiene la posibilidad de recibir un innovador tratamiento que le salvará de un cáncer terminal. La disyuntiva radica en que el aparato que le proporcionará este tratamiento ha sido donado por un multimillonario al sistema público de salud. El Profesor, un intelectual tradicionalmente comprometido con el progresismo y con las ideas de izquierda, ha sido muy crítico con esta donación, ya que lo considera una treta para evadir impuestos, que sobre todo las grandes fortunas deben pagar, y un lavado de la imagen pública de este rico. Ahora se encuentra en la encrucijada: debe elegir entre la vida o la muerte; aceptar el tratamiento y salvarse o mantenerse fiel a sus ideas. ¿Será capaz el Profesor de mantenerse a flote como el corcho, aunque esto suponga renunciar a sus ideales? ¿Qué significa exactamente “mantenerse a flote”?

 

El Profesor ha tomado una decisión y lo va a hacer público en horario de máxima audiencia. Pero, en su despacho, irrumpe un Alumno (interpretado por Patxo Tellería, el mismo autor del texto) de sesenta años con el que parece tener cuestiones pendientes. Porque, poco a poco, según se desarrolla el diálogo entre ellos, iremos desvelando cómo el Profesor ha sido capaz de ir adaptando su discurso, con el paso de los años, a las nuevas circunstancias. ¿Es lícito hacer esto o, sencillamente, inevitable?

 

Así El dilema del corcho (Kortxoaren dilema, 2023) se presenta como una obra que aborda conflictos políticos y dilemas morales con mucha carga de profundidad. No obstante, lo hace en clave de comedia de enredo, difuminando los límites de los géneros clásicos, no como un drama político. El autor, Patxo Tellería, ya demostró una gran habilidad en el género cómico con la soberbia Páncreas (Pankreas, 2014), Tragicomedia de vida y muerte o cómo juega a veces la suerte: deliciosa comedia ácida, escrita en verso para tres actores, donde ya nos planteaba sus dudas sobre la muerte, la amistad y la misma condición humana.

 

La trama de la obra presenta cambios de registro sorprendentes para el espectador, hasta el punto de mostrarse cercana al thriller y hacernos un guiño metateatral, porque nadie parece ser lo que es en esta obra teatral, que es la vida, o la identidad que creemos haber construido durante toda nuestra existencia se puede resquebrajar cuando llega el momento crucial y nos encontramos ante el precipicio de la muerte y de la supervivencia misma. ¿Todo vale ante una alternativa semejante? Ese es nuestro dilema, que estamos hechos de corcho, material ligero y endeble. Toda una disyuntiva.

 

Begoña Chorques Fuster

Profesora que escribe
 

 

domingo, 10 de noviembre de 2024

NOSOTROS, LOS VALENCIANOS

Todos los valencianos, los que vivís en el país y los que estamos fuera, estamos sobrecogidos por la magnitud de la tragedia de esta DANA que todavía no sabemos cuántas personas se ha llevado por delante. Provoca pánico solo pensarlo. Contemplar las imágenes que nos llegan por los medios de comunicación provoca estupefacción y un profundo dolor. La sensación es de inverosimilitud absoluta. Son semejantes a un escenario de guerra o a un país del Tercer Mundo. El desbordamiento emocional de los que estáis viviendo esta tragedia sin precedentes tiene que ser tan grande que los que estamos lejos solo podemos llorar con vosotros y empujar desde la distancia.

 

Solo el pueblo salva al pueblo. La solidaridad de todas las personas que han cogido palas, azadas, escobas y cubos y han iniciado el camino hacia los pueblos afectados para ayudar es digno de admiración y nos retorna la fe en el ser humano. Mucha gente joven está participando en estas labores de limpieza improvisadas. Hemos perdido la conciencia de saber todo lo que podemos conseguir si estamos unidos. En la pandemia tuvimos una oportunidad de comprobarlo, pero muy pronto se nos olvidó. Es verdad que es necesaria una mayor coordinación para que esta ayuda sea más efectiva, pero también es cierto que los servicios públicos no están respondiendo como se tendría que esperar en una situación así. Son servicios públicos mermados y debilitados por los recortes llevados a cabo en las últimas décadas; unos, como consecuencia de la crisis financiera del año 2008; otros, producto de las políticas neoliberales que piden bajadas de impuestos y una apuesta decidida por la gestión privada. Y esto lo hemos provocado nosotros con nuestros votos, apoyando partidos políticos que defendían estas políticas. Las empresas privadas no vendrán ahora a salvarnos del barro y la destrucción, sencillamente porque no les da dinero.

 

Solo unos servicios públicos robustos y bien financiados salvan vidas. Para sostenerlos y sacar provecho hay que pagar impuestos que mantengan unos trabajadores especialistas con unas condiciones dignas de trabajo: sanitarios, policías, servicios de emergencia, etc. Tenemos que borrar del panorama político a todos los cantamañanas que vociferan en los parlamentos y los medios de comunicación que los impuestos son un robo a los trabajadores y que hacen bandera del fraude fiscal. Votar políticos corruptos e incapaces es la peor inversión que podemos hacer. Hay que recordar que el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Manzón, tomó como primera medida la supresión de la Unitat Valenciana d’Emergència, creada per Ximo Puig, porque la calificó como una ocurrencia y un “chiringuito” y sacó pecho de esta decisión. Esta unidad tenía un coste de 9 millones de euros. No obstante, no tuvo inconveniente en entregar 17 millones para el fomento de la tauromaquia. Manuel Milián Mestre, ex diputado estatal del PP, ha denunciado la “miseria de la política” por esta decisión arbitraria y partidista. Puede parecer un chiste pero, según consta en su agenda pública de la GVAOberta, el secretario autonómico de Seguretat i Emergència, Emilio Argüeso, tránsfuga de Ciudadanos y ahora militante del PP, se reunía con el jefe de Festejos Taurinos mientras se producía la DANA en València. De aquellos barros, estos lodos.

Que el President Mazón presente su dimisión es el mínimo elemental, se da por descontado. El secretario autonómico de Seguretat i Emergència y la Consellera de Turisme, Nuria Montes, también tendrían que dejar el cargo. Esta última por su absoluta falta de empatía hacia las personas que buscan a sus familiares desaparecidos o saben ya que han perdido a alguien en esta tragedia. Hace falta eficiencia y seriedad, pero también humanidad y compasión para gestionar el desastre humano que se está viviendo. Llama la atención que cada vez que Mazón comparece públicamente lo hace con la mirada baja, no es capaz de levantar la vista y mirar al frente. Tendría que explicar en rueda de prensa por qué ha rechazado la ayuda de una unidad de élite de bomberos de la Generalitat de Catalunya cuando hay algún pueblo donde aún no ha llegado ningún servicio público a auxiliar a los vecinos cinco días después.

 

Además, más adelante, se tendrán que estudiar posibles consecuencias penales por homicidios imprudentes, por haber desoído los avisos de emergencia que el AEMET había dado ya el mismo lunes. Aunque sea anecdótico, el lunes 28, la organización de la Plaça del Llibre anunció la cancelación y aplazamiento de esta feria que se tenía que celebrar entre el 30 de octubre y el 3 de noviembre. Aunque suponga un inconveniente y una pérdida económica, tiene que ser prioritario preservar vidas. En València, ya teníamos el triste precedente de la tragedia del metro ocurrida en el año 2006.

 

Mientras, ha habido algún político nacional que ve venir el alud que se les viene encima y ha intentado con el “divide y vencerás” sembrar la semilla de la discordia y la división. Son políticos con experiencia en ensuciarlo todo de chapapote, como si no hubiera suficiente barro y suciedad ya, y que saben sacar provecho electoral del “todos los políticos son iguales”. Han venido, se han cagado y se han marchado… Sí, me refiero a las lamentables e indecentes declaraciones del líder de la oposición española, el señor Alberto Núñez Feijoo. ¡Qué asco! La pregunta que quizás nos aborda es la siguiente: ¿el Estado español debería declarar el estado de alarma? Recordemos que fue declarado anticonstitucional porque el partido de ultraderecha Vox lo denunció ante el Tribunal Constitucional porque iba en contra de nuestros derechos y de nuestra libertad: el derecho a que una riada arrase tu casa y la libertad de ahogarte en el barro… ¿Dónde están estos garantes de la libertad ahora? ¿Qué capacidad de gestión en catástrofes tienen? De aquellos barros, estos lodos.

 

Más allá de las consecuencias políticas inmediatas, tendría que haber un antes y un después a esta DANA que pasará a la historia como la más devastadora en el País Valencià, mucho peor que la pantanada de 1982 y la riada en València en 1957. Después de décadas de negacionismo climático, tenemos que ser conscientes de que el cambio climático ya ha llegado y que este tipo de fenómenos volverán. El País Valencià es un territorio sensible a estos fenómenos y a la inminente subida del mar. No podemos seguir viviendo como los avestruces con la cabeza bajo tierra. Ya no vale la frase bíblica “a cada día le basta su afán”. Hay que repensar el modelo económico y crear protocolos claros para futuras alarmas en las cuales habrá que detener la actividad económica. Pero también es necesaria una profunda reestructuración de los planes urbanísticos y de ordenación del territorio. Hay que actuar de manera clara y humana en todas aquellas zonas inundables donde se ha construido sin ninguna previsión de futuro. A veces perder es ganar y más vale prevenir que lamentar.

 

Por último, los valencianos que vivís y votáis en el País Valencià tendréis que pensar muy bien en manos de quien dejáis la gestión de la res publica. No seré yo quien os diga qué papeleta tenéis que introducir en la urna. Pero tengo que confesaros que soy pesimista en este punto y os diré por qué. Hace casi treinta años que vivo en Madrid. En la primera ola de la pandemia de 2020, murieron más de siete mil ancianos en las residencias madrileñas. Hay informes que confirman que, de haber sido trasladados a los hospitales, cuatro mil se podrían haber salvado. Después de esta gestión, en las elecciones autonómicas celebradas en 2021 en Madrid, el gobierno de Isabel Díaz Ayuso se quedó a cuatro escaños de la mayoría absoluta. En mayo de 2023, consiguió setenta diputados y mayoría absoluta. De aquellos barros, estos lodos.

 

Begoña Chorques Fuster

Profesora que escribe

Poema visual de Gemma Peris

 


 

domingo, 3 de noviembre de 2024

NOSALTRES, ELS VALENCIANS

Tots els valencians, els que viviu al país i els que estem fora, estem corpresos per la magnitud de la tragèdia d’aquesta DANA que encara no sabem quantes persones s’ha emportat per davant. Fa feredat només pensar-ho. Contemplar les imatges que ens arriben pels mitjans de comunicació provoca estupefacció i un profund dolor. La sensació és d’inversemblança absoluta. Són semblants a un escenari de guerra o d’un país del Tercer Món. El desbordament emocional dels que esteu vivint aquesta tragèdia sense precedents ha de ser tan gran que els que som lluny només podem plorar amb vosaltres i empènyer des de la distància. 

 

Només el poble salva al poble. La solidaritat de totes les persones que han agafat pales, llegons, graneres i poals i han mamprès el camí cap als pobles afectats per ajudar és digne d’admiració i ens retorna la fe en l’ésser humà. Molta gent jove està participant en aquestes tasques de neteja improvisades. Hem perdut la consciència de saber tot el que podem aconseguir si estem units. A la pandèmia vam tenir una oportunitat de comprovar-ho, però ben aviat se’ns va oblidar. És veritat que cal una major coordinació perquè aquesta ajuda siga més efectiva, però també és cert que els serveis públics no estan responent com s’hauria d’esperar d’una situació així. Són serveis públics minvats i afeblits per les retallades dutes a terme en les darreres dècades; unes, com a conseqüència de la crisis financera de l’any 2008; altres, producte de les polítiques neoliberals que demanen baixades d’impostos i una aposta decidida per la gestió privada. I això ho hem provocat nosaltres amb els nostres vots, recolzant partits polítics que defensen aquestes polítiques. Les empreses privades no vindran ara a salvar-nos del fang i la destrucció, senzillament perquè no els dona diners.

 

Només uns serveis públics robustos i ben finançats salven vides. Per a sostenir-los i treure’n profit cal pagar impostos que mantinguen uns treballadors especialistes amb unes condicions dignes de treball: sanitaris, policies, serveis d’emergència, etc. Hem d’esborrar del panorama polític tots els tarambanes que vociferen en els parlaments i els mitjans de comunicació que els impostos són un robatori als treballadors i que fan bandera del frau fiscal. Votar polítics corruptes i incapaços és la pitjor inversió que podem fer. Cal recordar que el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, va prendre com a primera mesura la supressió de la Unitat Valenciana d’Emergència, creada per Ximo Puig, perquè la va qualificar com a ocurrència i “chiringuito” i va traure pit d’aquesta decisió. Aquesta unitat tenia un cost de 9 milions d’euros. No obstant, no va tenir inconvenient en lliurar 17 milions pel foment de la tauromàquia. Manuel Milián Mestre, exdiputat estatal del PP, ha denunciat la “misèria de la política” per aquesta decisió arbitrària i partidista. Pot semblar un acudit però, segons consta en la seua agenda pública de la GVAOberta, el secretari autonòmic de Seguretat i Emergència, Emilio Argüeso, trànsfuga de Ciutadans i ara militant del PP, es reunia amb el cap de Festejos Taurins mentre es produïa la DANA a València. D’aquella pols, ve aquest fang.  

 

Que el President Mazón presente la seua dimissió és el mínim elemental, es dona per descomptat. El secretari autonòmic de Seguretat i Emergència i la consellera de Turisme, Nuria Montes, també haurien de deixar el càrrec. Aquesta darrera per la seua absoluta manca d’empatia cap a les persones que cerquen els seus familiars desapareguts o saben ja que han perdut algú en aquesta tragèdia. Cal eficiència i serietat, però també humanitat i compassió per gestionar el desastre humà que s’està vivint. Crida l’atenció que cada cop que Mazón compareix públicament ho fa amb la mirada baixa, no és capaç d’aixecar l’esguard i mirar de front. Hauria d’explicar en roda de premsa per què ha rebutjat l’ajut d’una unitat d’elit de bombers de la Generalitat de Catalunya quan hi ha algun poble on encara no ha arribat cap servei públic a auxiliar els veïns. A més, més endavant, s’hauran d’estudiar les possibles conseqüències penals per homicidis imprudents, per haver desoït els avisos d’emergència que l’AEMET havia donat ja el mateix dilluns. Encara que siga ja només anecdòtic, el dilluns 28, l’organització de la Plaça del Llibre de València va anunciar la cancel·lació i ajornament d’aquesta fira que s’havia de celebrar entre el 30 d’octubre i el 3 de novembre. Encara que supose un inconvenient o una pèrdua econòmica, ha de ser prioritari preservar vides. A València, ja teníem el trist precedent de la tragèdia del metro ocorreguda a l’any 2006.

 

Mentrestant, hi ha hagut algun polític nacional que veu venir l’allau que els ve i ha intentat amb el “divide y vencerás” sembrar la llavor de la discòrdia i la divisió. Són polítics amb experiència en embrutar-ho tot de chapapote, com si no hi hagués prou fang i brutícia ja, i que saben treure profit electoral del “tots els polítics són iguals”. Han vingut, han cagat i se n’han anat... Sí, em refereix a les lamentables i indecents declaracions del líder de l’oposició espanyola, el senyor Alberto Núñez Feijoo. Quin fàstic! La pregunta que potser ens ve és la següent: l’estat espanyol hauria de declarar l’estat d’alarma? Recordem que aquest va ser declarat anticonstitucional perquè el partit d’ultradreta Vox el va denunciar davant el Tribunal Constitucional perquè anava en contra dels nostres drets i la nostra llibertat: el dret que una riuada enrune ta casa i la llibertat d’ofegar-te en el fang... On són aquests garants de la llibertat ara? Quina capacitat de gestió en catàstrofes tenen? D’aquella pols, ven aquest fang.

 

Més enllà de les conseqüències polítiques immediates, hi hauria d’haver un abans i un després a aquesta DANA que passarà a la història com la més devastadora al País Valencià, molt pitjor que la pantanada de 1982 i la riuada a València de 1957. Després de dècades de negacionisme climàtic, hem d’ésser conscients que el canvi climàtic ja ha arribat i que aquest tipus de fenòmens tornaran. El País Valencià és un territori sensible a aquests fenòmens i a la imminent pujada del nivell del mar. No podem seguir vivint com els estruços amb el cap sota terra. Ja no val la dita “mentre va el carro, fa soroll”. S’ha de repensar el model econòmic i crear protocols clars per futures alarmes en les quals caldrà aturar l’activitat econòmica. Però també cal una profunda reestructuració dels plans urbanístics i d’ordenació del territori. S’ha d’actuar de manera clara i humana en totes aquelles zones inundables on s’ha construït sense cap previsió de futur. Val més perdre que més perdre.

 

Per últim, els valencians que viviu i voteu al País Valencià haureu de pensar ben bé en mans de qui deixeu la gestió de la res publica. No seré jo qui vos diga quina papereta heu de ficar a l’urna. Però he de confessar-vos que soc pessimista en aquest punt i vos diré per què. Fa gairebé trenta anys que visc a Madrid. En la primera ona de la pandèmia de 2020, hi van morir més de set mil persones grans a les residències madrilenyes. Hi ha informes que confirmen que, d’haver sigut traslladats als hospitals, quatre mil es podrien haver salvat. Després d’aquesta gestió, a les eleccions autonòmiques celebrades al 2021 a Madrid, el govern d’Isabel Díaz Ayuso es va quedar a quatre escons de la majoria absoluta. Al maig de 2023, hi va aconseguir setanta diputats i majoria absoluta. D’aquella pols, ve aquest fang.

 

Begoña Chorques Fuster

Professora que escriu

El pont de la solidaritat de Victòria Vàzquez



 


 

domingo, 27 de octubre de 2024

CARMEN, RES DE NINGÚ

Carmen, nada de nadie de Francisco M. Tallón i Miguel Pérez García torna a la cartellera del Teatro Español (Sala Margarita Xirgú) de Madrid després d’esgotar entrades la temporada passada. L’equip artístic es manté, a excepció de l’actriu que interpreta el paper de la protagonista, que en aquesta ocasió és per Beatriz Argüello, que posa el focus en la lluita interna i personal de Carmen. 

 

L’obra indaga en la biografia de Carmen Díez de Rivera, a la qual Francisco Umbral es va referir com a “musa de la Transició”. Aquesta ha estat l’única dona que ha desenvolupat la feina de cap de gabinet de Presidència del Govern des de la restauració de la democràcia a Espanya. Ho va fer en un moment crucial durant uns mesos convulsos de la transició: entre juliol de 1976 i maig de 1977. La determinació de Carmen davant qüestions transcendentals, com la legalització del Partit Comunista d’Espanya o la seua opinió sobre l’avortament, posa de relleu el paper fonamental d’aquesta dona, silenciat e inclús oblidat. En l’obra, també apareixen els noms masculins que han passat a la història amb major i menor fortuna: un dubitatiu Adolfo Suárez (Oriol Tarrasón), un desvergonyit Juan Carlos I (Víctor Massán) i Santiago Carrillo. 

 

L’obra pren el títol de la lletra de la cançó Nada de nada de Cecília en clara al·lusió a la nostra història recent, però també al caràcter lliure, feminista, valent i independent d’aquesta dona que va lluitar, sovint sola, contra tot i contra tots, enfrontant-se als prejudicis de gènere i classe. Perquè Carmen pertanyia a una família aristocràtica, ben relacionada amb el règim franquista, que, malgrat haver-se format en Filosofia i Lletres i Ciències Polítiques en la universitat i haver rebut la millor educació en Oxford i la Sorbona de París, va renunciar als privilegis de classe per defensar la igualtat i la justícia social. Avançada al seu temps, va haver d’enfrontar-se a la incomprensió i als prejudicis d’aquells que l’envoltaven, inclosa sa mare, amb qui va mantenir una relació problemàtica. Però Carmen també guardava un terrible secret familiar que va marcar la seua existència des de la joventut i que va refermar el seu caràcter de dona lluitadora i solitària, perquè la vida de Carmen Díez de Rivera va estar marcada per la tragèdia. “Jo vaig notar que alguna cosa s’havia trencat dins meu”. Teràpies de cures de son a França, ingrés en un convent de clausura, missions a Costa de Marfil… fins que va arribar a Ràdio Televisió Espanyola per treballar amb Adolfo Suárez.

 

Els autors han creat un artefacte teatral en el qual la ficció, on tot és mentida, serveix per desvelar la veritat d’aquest personatge històric i tornar-li la rellevància i el reconeixement que mereix. Per això, s’han capbussat en l’època i en les circumstàncies que van marcar a aquesta dona que va néixer a Madrid al 1942, presentant un muntatge on alguns flash-backs ens van explicant l’ésser humà que era Carmen i van desvetllant la incògnita que va condicionar el seu periple vital. Amb una posada en escena senzilla, marcada pels clarobscurs, les taules de despatx de Carmen i Suárez, uns diàlegs vius entre ambdós i la presència del mar que tant va estimar Carmen, la història es recolza en documents històrics gràfics i periodístics de l’època per situar en el context històric als espectadors més allunyats d’aquest període complex i convuls. Tot això per anar desgranant i apropant-nos a l’ésser humà trencat que batega sota el personatge històric apassionant. Carmen va morir de càncer al 1999 amb a penes 57 anys d’edat, encara que ella considerava que havia mort molts anys abans.

 

Begoña Chorques Fuster

Professora que escriu

Foto de María José Mier

 


 


domingo, 20 de octubre de 2024

DE MADRID AL CEL

Sempre s’ha dit de la capital del Manzanares. El que desconeixem la majoria és que l’origen d’aquesta expressió està en una obra teatral del Segle d’Or de Luis Quiñones de Benavente, Baile del invierno y del verano, i que, a més, en la guerra de la Independència els madrilenys feien servir aquesta expressió al·ludint als mals que podien arribar dels francesos ocupants i dels afusellaments que es van produir el 2 de maig de 1808 en l’alt de Príncipe Pío i altres punts de la ciutat, i que Goya va immortalitzar al seu quadre. Doncs sembla que, de nou, als madrilenys el mal ens ve del cel i d’aquells que ens manen des de les altures sense posar el peu als nostres carrers.

 

Madrid està esdevenint cada cop més una ciutat hostil i incòmoda. Els vehicles a motor ocupen la major part de la ciutat, en lloc de fer una aposta decidida pel transport públic i la construcció de carrils bici on els ciclistes no temen per la seua integritat física. La qualitat del servei de Metro està empitjorant de forma notòria. Per exemple, en les últimes setmanes s’ha retirat la ventilació de les andanes i la calor que fa és absolutament insuportable. També és habitual que les nostres voreres s’hi vegen envaïdes per patinets elèctrics i altres vehicles de dues rodes. Madrid no és una ciutat pels vianants. Com es veu, les polítiques dutes a terme pels governs autonòmic i municipal n’estan fent una urbs insostenible des del punt de vista econòmic i mediambiental.

  

La Vila i Cort, una de las gallines dels ous d’or de l’Estat, comença a donar símptomes de fàstic i sobreexplotació. Com moltes capitals europees, corre el risc de morir d’èxit com a conseqüència del turisme massificat. Un dels districtes on semblen apuntar les mirades neoliberals en els darrers temps és el d’Arganzuela. Situat dins dels marges de l’M-30, aquest barri residencial comença a ser pastura dels fons voltor que cerquen edificis on allotjar pisos turístics. Un emblema d’això és el carrer General Lacy, 22 on els veïns estan essent expulsats per dedicar l’immoble sencer a aquest fi. Com sabem, aquesta activitat està provocant un moviment especulatiu en els preus del lloguer de l’habitatge residencial que està fent que l’accés siga impossible pels més joves.

 

Tanmateix, els que mai no han viscut a Madrid desconeixen els grans espais verds de què gaudeix la ciutat i els seus habitants. Aquests han estat bombes d’oxigen i esbargiment pels qui hi habitem. Madrid és probablement la ciutat d’Espanya on es troben les zones verdes més extenses on és possible passejar, practicar esport, llegir, trobar-se amb amics... Tanmateix, a ulls del capitalisme depredador aquestes extensions de terreny estan infrautilitzades, com fa poc declarava un regidor de l’Ajuntament de Madrid en una ràdio a propòsit del Parc Enrique Tierno Galván. Infrautilitzades, per a què i per qui? Per l’explotació econòmica per part d’empreses privades?

 

El Parc de Madrid Río està patint unes obres d’ampliació de la línia 11 de Metro que està suposant la tala d’arbres que podrien haver-se conservat. El pla inicial preveia construir la boca de metro en un lateral de l’antiga llera del riu amb un impacte menor en l’arbrat. Aquest fou modificat després de la celebració de les darreres eleccions autonòmiques i municipals. Per si no fos poc, la fauna d’aquest entorn ha de patir les ocurrències del consistori municipal que va tenir a bé emular les  mascletades valencianes. Un altra de les brillants idees és la d’instal·lar il·luminació nocturna en el llit del riu Manzanares l’entorn del qual comença a recuperar-se. Senyors de l’Ajuntament, la Berbena de la Paloma ja la celebrem en la seua festivitat quan toca... 

 

L’espai del Matadero i dels arbres del seu entorn també estan amenaçats per la construcció d’un intercanviador a Legazpi. Entre 50 i 70 arbres poder ser sentenciats a mort (potser cerquen els ecos matancers que va allotjar el Matadero y Mercado de ganados fins els anys 90) i també es preveu l’enderroc d’un dels murs d’aquest conjunt d’edificis singulars d’estil neomudèjar. Fa falta tot això?

 

El Parc Enrique Tierno Galván i els seus veïns pateixen l’organització d’actes privats des de la pandèmia. Això suposa que el parc és assetjat i tancat en una part important de la seua extensió i els veïns hem d’aguantar el soroll i la música fins la matinada (els habitatges més propers es troben a 200 metres de distància), a més de la brutícia i el maltractament que suporten les plantes, els arbres, els animals i la gespa d’aquest parc. Un dels festivals que es va celebrar aquesta primavera va ocupar la major part del parc, ja que es van muntar fins tres escenaris. No he mencionat la instal·lació, al 2020, de l’Espacio Delicias, on s’organitzen exposicions interactives i musicals en tres carpes de circ, en uns terrenys d’Adif que anaven a ser destinats a la construcció d’equipaments municipals per donar servei als veïns del barri. Suposadament és temporal, però les carpes hi continuen al mateix lloc quatre anys després... Per cert, molt prop es troba el complex cultural El Águila (edifici representatiu de l’arquitectura industrial de principis del segle XX i antiga fàbrica de cervesa) que alberga exposicions interesantíssimes i la Biblioteca Regional Joaquín Leguina, institució encarregada de preservar el patrimoni bibliogràfic de Madrid.

 

No obstant això, l’Ajuntament de Madrid ha regulat l’ús del Parc Tierno Galván en un Decret municipal del 17 de maig de 2024 publicat al BOAM (nº 9.636). Hi limita la zona per la celebració d’actes estrictament a l’auditori i insisteix que hauran de ser d’interès general. ¿Un festival de música, organitzat per una empresa privada, on es venen entrades a un preu francament alt és d’interès general? ¿Una activitat (siga cultural o no) amb ànim de lucre celebrada en un espai públic pot ser qualificada d’interès general? Aquest juliol, es va celebrar a l’auditori d’aquest parc un concert titulat Nino Bravo sinfónico, en el marc dels Veranos de la Villa, totalment gratuït. La diferència entre aquest tipus d’actes, com el cinema d’estiu que s’ha dut a terme anys anteriors, i l’aberració de la “Naturaleza Encendida” que va tenir lloc els Nadals passats i que es va traslladar des del Jardí Botànic és més que òbvia. La resposta de l’Ajuntament a aquells que van posar una queixa fou que era una instal·lació que fomentava l’ecologisme i que era sostenible des del punt de vista mediambiental (aguanteu-vos la rialla, per favor). És cert que la zona acotada romania oberta pels veïns fins les 17 hores, però els que passegem per aquest entorn de forma assídua vam suportar que el parc estiguera literalment ocupat per bitxos i insectes infames amb forma de lamparetes fluorescents amb acompanyament musical a les 8 del matí. A banda d’haver d’anar alerta per què els nostres bitxos canins no feren amistat urinària amb cap cucarot lluminós.

 

Però aquesta no és l’última... Desconec si algun dels nostres governants se sentirà acomplexat amb la màxima que diu que la mida sí que importa, el que sí sabem els veïns de Delicias és que l’amenaça de la instal·lació d’un sínia gegantina (la més gran d’Europa... més gran inclús que el London Eye amb 135 metre d’alçada...) vola sobre els nostres caps. Com el perill que planava sobre els madrilenys vuitcentistes, els actuals veïns de la Vila i Cort del districte d’Arganzuela hem desdejunat aquest setembre amb la notícia que l’Ajuntament ha encarregat un estudi geotècnic per explorar la viabilitat d’instal·lar una sínia gegantina en el nostre parc “infrautilitzat”. Sabran aquestes ments preclares que l’alt de l’auditori és un antic runam? Tan senzill com escoltar a la gent gran del parc, als que són del barri de tota la vida i han vist com s’ha anat transformant... On pretenen instal·lar un patracol semblant? Quants metres quadrats de terreny fan falta per un projecte neofaraònic com aquest? Posats a demanar, preferiria una piràmide (digueu-me purista si voleu). Bromes apart, més enllà de la destrucció del parc tal i com el coneixem, la instal·lació d’una atracció d’aquest tipus, en el cas que fos exitosa ja que no es troba en el centre de la ciutat com en la capital londinenca, suposaria que el barri de Delicias-Méndez Álvaro hauria de suportar la visita de milions de persones (3,5 milions de visitants té el London Eye a l’any). És aquest el model sostenible i ecologista que volem per les nostres ciutats?  Val tot per la pasta?   

 

Begoña Chorques Fuster

Professora que escriu

 


 

 

 

 

 

 

 

domingo, 13 de octubre de 2024

12 POETES DE LA COSTERA

Ens troben ací per presentar en societat un grup que es defineix per quatre característiques molt concretes: són dones, han nascut o viuen a la Costera, escriuen poesia i ho fan en valencià. De moment en són 12, però segur que en queden més que encara no coneixem i que hi tenen les portes obertes. 
 
Parlem, per tant, de poesia. Potser el gènere literari més antic i més arrelat en les tradicions humanes. No debades amb la poesia hem contat batalles, hem explicat històries, hem expressat sentiments, hem plorat, ens hem alegrat, hem rigut, ens hem burlat dels enemics, hem calmat les pors de les nits fosques, hem vigilat la son dels menuts, ens hem enamorat, hem odiat... La poesia, qualsevol tipus de poesia, és el llenguatge més universal de la humanitat. Però, malgrat això, la poesia és possiblement el gènere literari menys llegit. I triar de fer poesia és una decisió arriscada si es vol triomfar com a escriptora.
 
Les nostres poetes a més han decidit, d’entre les diverses llengües que coneixen, fer poesia en valencià. Malgrat les dificultats. Són conscients que, des del punt de vist de la difusió i popularitat de la seua obra, la llengua pot ser un entrebanc. Segurament els ho han dit més d’una vegada: per què escrius en valencià? Perquè és la llengua de la seua infantesa, perquè és la llengua en què viuen, treballen, somien, pateixen, estimen, lluiten... Si han de parlar de sentiments, ho fan en la llengua que els mou a sentir. És una decisió que els valencianoparlants hem d’agrair. La llengua que s’usa no mor. I, mentre hi haja poesia en valencià, la nostra llengua tindrà futur.
 
Però el de la llengua no és l’únic entrebanc amb què s’han trobat fins ara. Són dones i viuen en una societat que tradicionalment ha marginat, invisibilitzat, prohibit, perseguit o silenciat les dones que s’atreveixen a escriure. Som fruit d’una cultural patriarcal on s’ha practicat la criptogínia, sense models ni referents femenins. Aquestes dones, però, podran servir de model per a les més joves, algunes de les quals ja formen part del grup.
 
I finalment, per si ser dona que escriu poesia en valencià no és ja prou arriscat, fer-ho des d’una comarca de l’interior valencià (la perifèria de la perifèria) afig un grau més de dificultat. Estem lluny dels centres d’influència i de poder, també des del punt de vista cultural i editorial. Però la decisió les honora. Han volgut retractar el món que més coneixen perquè és la seua manera, la millor manera, de ser universals.
 
Des d’aquest raconet del cor de la Costera, des d’on renaixen les cendres del nostre País Valencià, venim avui a presentar i escoltar aquestes dones, a aplaudir la seua valentia i agrair la seua generositat. 

Carme Gonzàlbes Morant

Presentació Dones poetes en valencià de la Costera

Canals, 8 d'octubre de 2024



 

domingo, 6 de octubre de 2024

UNA MARE DE TÒQUIO

Yôji Yamada ha filmat noranta pel·lícules en gairebé noranta-tres anys.. Una mare de Tòquio (2023) és la darrera. Aquesta es situa en l’esfera d’Una família de Tòquio de 2013 (extraordinari remake del clàssic Contes de Tòquio de Yasujirõ Ozu) i de Meravellosa família de Tòquio (2016) i Estiu d’una família de Tòquio (2017). De bell nou, Yamada torna a reflexionar sobre els vincles familiars tan essencials en la cultura nipona.

 

Es tracta d’una història que oscil·la entre la comèdia i el drama. Akio Kanzaki (Yo Oizumi) és directiu d’una gran empresa de Tòquio. És el cap del departament de recursos humans. Prop dels cinquanta, duu vint-i-set anys treballant en la mateixa empresa i travessa una profunda crisi personal i professional. Presenta tots els símptomes del treballador cremat que veu com la seua vida s’enfonsa en el caos: porta uns mesos separat de la seua dona i no entén a la seua filla universitària a la que a penes veu. Akio està tip d’haver d’acomiadar a companys i la seua situació es complica quan ho ha de fer amb un amic. Sumit en el desconcert, decideix visitar la seua mare, Kukue (paper interpretat amb contenció i calidesa per la meravellosa actriu Sayuri Yoshinaga), la qual fa temps que no freqüenta i es troba que aquesta viu una època de plenitud i felicitat. Dedica el seu temps a alleugerar la vida dels sensellar, es reuneix amb amigues amb les quals es diverteix i col·labora i sembla tenir una nova il·lusió amorosa. La situació de mare i fill no pot ser més dispar i, tanmateix, anirà convergint en una sèrie de trobades que duen a un final esperançador i significatiu. Encara que la vida ens llança frustracions i desenganys, és possible i necessari seguir endavant de la mà d’aquells que considerem vertaderament importants. Yamada fa una reflexió interessant sobre la cultura de l’èxit que ens aguaita i pressiona en les nostres societats suposadament avençades i el xoc que es produeix entre aquesta imposició i els valors essencials. Aquest és el missatge universal i reparador que la pel·lícula ofereix.

 

Així mateix, Yamada aprofita per tractar temes candents no sols en la societat nipona: l’atur, l’abisme generacional entre pares i fills, la insatisfacció provocada per una societat de benestar que l’únic que provoca és estrès, alienació i desequilibris mentals. No obstant això, la història no pers, en cap cas, el seu to de comèdia gràcies a les intervencions iròniques dels personatges en uns diàlegs àgils i a les seues reacciones imprevisibles, de vegades inclús histriòniques. Perquè Una mare de Tòquio és uns història de personatges que anem descobrint segons avança l’esdevenir de les escenes.

 

Abans de res, Una mare de Tòquio és una pel·lícula japonesa. Més enllà de l’obvietat, el que vull dir amb aquesta afirmació és que reflexa d’una manera serena, però sense concesions, la vida en el Japó actual i quotidià, per damunt del paisatge urbà de Tòquio amb els seus edificis, carrers i districtes emblemàtics, com Asakusa y Akihabara. Encara que la Torre de Tòquio s’erigeix de forma imponent a l’inici d’algunes seqüències, la vida transcorre en un veïnat normal i corrent amb el riu Sumida com a testimoni i símbol del fluir del temps. Les escenes succeeixen, en la seua major part, en espais interiors: la casa-botiga de la mare d’una delicadesa subtil i minimalista, l’oficina convencional i gris on treballen Akio i el seu amic, l’izakaya on es reuneixen per parlar del seus problemes i beure com fan els salarymen japonesos o l’apartament caòtic en què s’ha instal·lat Akio. L’ambientació, els gestos, el menjar, els costums i el sake desprenen un japonisme que ens submergeix en aquesta civilització fascinant.

 

Begoña Chorques Fuster

Professora que escriu

 


 

 

 

 

 

 

 

domingo, 29 de septiembre de 2024

CARMEN, NADA DE NADIE

Carmen, nada de nadie de Francisco M. Tallón y Miguel Pérez García vuelve a la cartelera del Teatro Español (Sala Margarita Xirgú) después de agotar entradas la temporada pasada. El equipo artístico se mantiene, a excepción de la actriz que interpreta el papel de la protagonista, que en esta ocasión es para Beatriz Argüello, que pone el foco en la lucha interna y personal de Carmen.

 

La obra indaga en la biografía de Carmen Díez de Rivera, a la que Francisco Umbral se refirió como “musa de la Transición”. Esta ha sido la única mujer que ha desempeñado el puesto de jefa de gabinete de Presidencia del Gobierno desde la restauración de la democracia en España. Lo hizo en un momento crucial durante unos meses convulsos de la transición: entre julio de 1976 y mayo de 1977. La determinación de Carmen ante cuestiones trascendentales, como la legalización del Partido Comunista de España o su opinión sobre el aborto, pone de relieve el papel fundamental de esta mujer, silenciado e incluso olvidado. En la obra, también aparecen los nombres masculinos que han pasado a la historia con mayor y menor fortuna: un dubitativo Adolfo Suárez (Oriol Tarrasón), un frescales Juan Carlos I (Víctor Massán) y Santiago Carrillo. 

 

La obra toma el título de la letra de la canción Nada de nada de Cecilia en clara alusión a nuestra historia reciente, así como al carácter libre, feminista, valiente e independiente de esta mujer que luchó, a menudo sola, contra todo y contra todos, enfrentándose a los prejuicios de género y clase. Porque Carmen pertenecía a una familia aristocrática, bien relacionada con el régimen franquista, que, a pesar de haberse formado en Filosofía y Letras y Ciencias Políticas en la universidad y haber recibido la mejor educación en Oxford y en la Sorbona de París, renunció a los privilegios de su clase para defender la igualdad y la justicia social. Avanzada a su tiempo, tuvo que enfrentarse a la incomprensión y a los prejuicios de los que la rodeaban, incluida su madre, con quien mantuvo una relación problemática. Pero Carmen también guardaba un terrible secreto familiar que marcó su existencia desde la juventud y que afianzó su carácter de mujer luchadora y solitaria, porque la vida de Carmen Díez de Rivera estuvo marcada por la tragedia. “Yo noté que algo se me había roto dentro”. Terapias de curas de sueño en Francia, ingreso en un convento de clausura, misiones en Costa de Marfil… hasta que llegó a Radio Televisión Española a trabajar con Adolfo Suárez.

 

Los autores han creado un artefacto teatral en el que la ficción, donde todo es mentira, sirve para desvelar la verdad de este personaje histórico y devolverle la relevancia y el reconocimiento que merece. Para ello, han buceado en la época y en las circunstancias que marcaron a esta mujer que nació en Madrid en 1942, presentando un montaje donde se dan algunos flash-backs que nos van explicando el ser humano que era Carmen y nos desvelan la incógnita que condicionó su periplo vital. Con una puesta en escena sencilla, marcada por los claroscuros, las mesas de despacho de Carmen y Suárez, unos diálogos vivos entre ambos y la presencia del mar que tanto amó Carmen, la historia se apoya en documentos gráficos y periodísticos de la época para situar en el contexto histórico a los espectadores más alejados de este periodo complejo y convulso. Todo ello para ir desgranando y acercándonos al ser humano roto que palpita bajo el personaje histórico apasionante. Carmen murió de cáncer en 1999 con apenas 57 años de edad, aunque ella consideraba que había muerto muchos años antes.

 

Begoña Chorques Fuster

Profesora que escribe

 


 

 

domingo, 22 de septiembre de 2024

ELS TURISTES SÓN ELS ALTRES

Es comença a parlar dels greus inconvenients que causa la sobreexplotació turística que estem vivint per la població autòctona. Ens assabentem de mobilitzacions veïnals que denuncien la situació insostenible a la qual són sotmesos pels pisos turístics als seus blocs, quan no són expulsats dels centres urbans. Els noticiaris ens informen dels problemes de proveïment i de serveis socials que presenten determinades localitats que veuen com la seua població es triplica en alguns mesos de l’any. Coneixem els obstacles insalvables de les persones joves per accedir al seu primer habitatge precisament provocada per la bombolla turística que estem experimentant. A més, som conscients de les dificultats per trobar professionals ben formats i amb una remuneració suficientment digna al sector de l’hostaleria. Hem creat inclús un neologisme per anomenar-lo: turistificació. Tot sembla indicar que hem reconegut el problema, primer pas per cercar solucions. No es diu això? No ho sé quan es tracta de qüestions mediambientals. I aquesta també ho és. 

 

L’excusa certa per sentenciar la nostra incapacitat per revertir aquest deteriorament és que són imprescindibles mesures col·lectives impulsades pels governs i assumides per les empreses. ¿Podem com a individus frenar aquesta espiral viatjant en tren en lloc de pujar-nos a un avió, sempre que això siga possible? ¿Pagant un preu més alt per allotjar-nos en un hotel en lloc de a un apartament turístic? ¿Deixant de pagar bitllets d’avió a un preu per sota del seu cost? ¿Viatjant menys o, simplement, deixant de viatjar? ¿Estem disposats a fer-ho? ¿Han de viatjar aleshores només aquells que tenen un determinat poder adquisitiu? És a dir, ¿els que poden gastar uns quants milers d’euros en una estada de vacances siga del tipus que siga (descans, cultural, gastronòmic, esportiu, religiós, idiomàtic...? ¿O hi ha una turisme de primera i un altre de segona o tercera? El nostre segur que és el de primera.

 

Els més crítics afirmen que hi ha llocs on l’ésser humà no hauria de posar el peu. I raó no els manca. Pose com a exemples l’Amazones, l’Antàrtida o la serralada de l’Himàlaia, on la petjada humana mediambiental danya l’entorn natural d’una forma irreparable. Em ve al cap una instantània demencial publicada d’una filera de turistes encallats enfilant-se a la cimera de l’Everest. Però, què ocorre amb la cara oculta d’aquelles platges paradisíaques de l’oceà Pacífic que es publiquen a les xarxes socials? Em referesc als residus plàstics que s’aboquen al mar procedents d’aquells magnífics ressorts asiàtics o llatinoamericans de luxe que paguem els occidentals. He sentit afirmar que és més ètic viatjar a a Disneyworld que a Índia, ja que el primer és un lloc creat per ser visitat per turistes, i que hem de “descolonitzar les nostres ments” d’aquest capitalisme consumista que ens espenta a moure’ns. Vaja, xica!

 

Segons National Geographic, al 2018, viatjàvem uns 1.400 milions de persones més enllà de les fronteres del nostre país, això significa que érem un poc menys del 20% de la població mundial. A més a més, pel que es veu un percentatge molt baix d’aquesta població, els realment rics, és el que es mou amb una freqüència que ens deixaria bocabadats. “El turisme és el responsable del 8% de les emissions de gas hivernacle vinculades al canvi climàtic”, mentre que contribueix amb un 2% al PIB mundial, una xifra sorprenentment alta pel que llig. No obstant això, sol perjudica el turisme internacional? Què ocorre amb el que transcorre dins de les fronteres del mateix estat? Què passa si escodrinyem en les dades d’Espanya? Al 2022, el turisme va generar el 11,6% del PIB espanyol i va generar 1,9 milions de llocs de treball. Podem prescindir d’aquests ingressos com a estat? Quin paper té el turisme en el desenvolupament de països l’economia dels quals comença a enlairar-se?

 

Un paràgraf a banda mereix el model turístic de Bhutan. Aquest és un petit país asiàtic, situat entre el Tibet i Índia. Té només 800 mil habitants i abans de la pandèmia tenia una taxa turística que exigia una despesa mínima de 200 o 250 dòlars diaris per persona per visitar el país, limitava el nombre de visitants i l’estada (el nombre de dies). A més, és imprescindible la contractació d’un touroperador per visitar el país, això vol dir que no es pot viatjar per lliure a Bhutan. Fins el 2022 no va obrir les seues fronteres de nou i va pujar la polèmica taxa de 200 i 250 dòlars per persona i dia, a banda de les despeses d’hotel, guia, manutenció, depenent de si era temporada alta o baixa. He llegit que en setembre de l’any passat, va baixar la taxa a 100 dòlars perquè el turisme es recupere un poc. La taxa pels visitants indis és molt més baixa, de només 1200 rupies (uns 15 dòlars). Del que recapten amb aquest impost, inverteixen la major part en polítiques a favor de la sostenibilitat i el medi ambient. Amb aquest model, és obvi que opten per un turisme de qualitat i alt poder adquisitiu i limiten, de forma dràstica, el turisme massiu. Aquí es genere un altre debat: sols poden viatjar aquells que tinquen una quantitat important de diners i/o tinguen vertader interès en el país. A més, amb aquest model turístic volen protegir la seua cultura, els seus costums i la seus identitat com a país. És tot això lícit?

 

Les preguntes que em faig són: per a què viatjar? Per què viatjar? Què pretenem quan viatgem a un altre país? ¿Observar com viuen? ¿Entendre altres maneres de viure? ¿Conèixer altres cultures i civilitzacions? ¿Explorar la història d’aquest territori? ¿Contemplar llocs d’una bellesa indescriptible? Tanmateix, tots aquest interrogants em porten a qüestionar-me si tinc més dret a visitar aquests llocs que aquell que pretén fotografiar-se en els confins més remots del mon, busca engrandir la llista de països visitats o anhela escampar-se en una platja gairebé deserta. Perquè, si no, els turistes són els altres, nosaltres som viatgers. 

 

Begoña Chorques Fuster

Professora que escriu