domingo, 23 de julio de 2023

EL SUEÑO DE LA RAZÓN

Reconozco que no había visto nunca representada la obra El sueño de la razón. Reconozco que tampoco la había leído, aunque hace años que me refiero a ella en clase al hablar del teatro de Antonio Buero Vallejo. Esta, considerada uno de sus dramas históricos, junto a Las meninas sobre Velázquez o Un soñador para el pueblo, texto que trata el motín de Esquilache, ha sido considerada como una de sus obras “menores”. Calificativo que no entiendo muy bien después de ver el montaje y la adaptación de José Carlos Plaza en el Teatro Español de Madrid. La obra fue estrenada el pasado septiembre en el Teatro Principal de Zaragoza como homenaje al protagonista, Francisco de Goya y Lucientes.

 

El sueño de la razón es una obra que Buero escribió en 1970, cuyo título hace referencia al grabado goyesco El sueño de la razón produce monstruos. En esta obra, los nombres de Goya y Buero Vallejo se unen en la defensa de los ideales ilustrados y del racionalismo. No es de extrañar ya que Buero estaba más inclinado a la pintura que a la escritura en su juventud. La obra está centrada en los últimos años de Goya antes de marchar a Burdeos exiliado. La trama está ambientada en el Madrid de 1823, momento en el que Fernando VII restaura el absolutismo e inicia una dura represión contra los liberales. Goya, que se resiste a abandonar su país, desatiende los consejos de sus allegados que lo intentan convencer de que huya a Francia porque peligra su vida. Goya se mantiene leal a sus convicciones, sufriendo el estigma de ver marcada la puerta de su casa con una cruz por liberal y afrancesado.

 

No se trata de un texto sencillo ya que, como Buero hiciera con la ceguera en En la ardiente oscuridad o El concierto de San Ovidio, toma la discapacidad física de Goya en sus años finales para presentarlo como un hombre aislado del mundo y de su entorno por la sordera. Pero, si el ciego puede ver con la luz de su consciencia lo que los videntes no podemos, la sordera de Goya le permite interpretar los signos de los tiempos y plasmarlos en sus pinturas, aunque no sea capaz de percibir la amenaza hacia su persona. Fernando Sansegundo encarna al pintor de Fuentetodos con la solvencia que le da una vida dedicada al teatro. Interpreta un Goya creíble, lúcido, cascarrabias, noble, con arrebatos machistas… La adaptación de José Carlos Plaza integra de forma natural, comprensible y muy didáctica el lenguaje de signos con el que Leocadia Zorrilla, su amante y ama de llaves, se dirige a él. Ana Fernández encarna a la protagonista femenina, mujer vital, inteligente y pasional, de forma magnífica, con el pragmatismo femenino que este no siempre sabe reconocer y consciente de que acabará llevándose la peor parte del conflicto, como así acaba ocurriendo.

 

Buero toma una época de España en la que cerrazón, caciquismo y sinrazón vuelven a tomar la iniciativa. Nos muestra un Fernando VII que borda mientras toma decisiones sobre la vida de otras personas. Es un monarca de voz aflautada con ecos caudillistas. Buero escribe esta obra cuando el régimen franquista está agotando su tiempo, pero aún tiene la determinación de llevarse por delante a todo aquel que cuestione su poder para perpetuarse. Y solo con la habilidad de Buero a la hora de tratar los temas consigue soslayar la censura, ese monstruo agazapado que se resiste a no mostrar sus garras.

 

El sueño de la razón es un grito contra la intolerancia y la afirmación de que la creatividad y el espíritu de libertad son esenciales para incentivar el conocimiento y la felicidad del ser humano. La obra nos muestra dos épocas distintas de la historia de España donde se imponen la represión y la censura. Es la España de siempre condenada al ostracismo y la incultura. Parece como si el año de esta puesta en escena lo fuera a ser también. Parece que esta vez podemos impedirlo.

 

Begoña Chorques Fuster

Profesora que escribe

 


 

 

 


4 comentarios:

  1. Qué magnífica reseña, Begoña! Me quedo con sus líneas finales: ojalá pueda evitarse. Aunque el ser negativo que habita en mí me haga creer que nos aguardan 4 años de negaciones a todos los niveles, retroceso en avances y libertades y explotación de la clase trabajadora...😔

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    1. Escribo esto con esperanza: Espero que hoy sea un día parecido al 14 de marzo de 2004... ;-)

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  2. Esperemos que la razón prevalezca y que el sueño de la sinrazón de algunos no produzca monstruos indeseables. Tu crítica me ha creado la necesidad de, al menos, si no puedo ver la obra, leerla. Gracias!!

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    1. Parece que la razón democrática ha dicho no al fascimo, por el momento.

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