domingo, 21 de abril de 2019

AMOR

Estos días ha vuelto a mi mente el recuerdo de una película impactante e imprescindible: Amour (Michael Haneke, 2012). Los protagonistas, Georges (Jean-Louis Trintignant) y Anne (Emmanuelle Riva), dos ancianos de ochenta años, son profesores de música clásica jubilados que viven en París. Ambos han tenido una vida plena; tienen una hija, que también se dedica a la música, que vive en Londres con su marido y que parece no entender las decisiones de su padre. Anne sufre un infarto que le paraliza la mitad del cuerpo y empieza un lento deterioro físico que la llevará a la dependencia absoluta y a la postración. En ese momento, el título de la historia cobra todo su significado. Lejos del amor romántico cuya concepción vamos superando solo poco a poco, la historia, contada con sencillez y austeridad (cercana a la crudeza, sin apenas acompañamiento musical), se centra en dos ancianos que afrontan el tramo final de sus existencias con la compañía de la enfermedad y el sufrimiento que esta supone. Esta historia de amor desembocará en el final inevitable y previsible: la muerte.

Amour cuenta una historia de amor que se encuentra en sus últimas andaduras (las más difíciles y duras), una historia larga de dos personas que han construido su camino juntas. Haneke nos dice que el amor al otro es un sentimiento que se crea con el tiempo, que requiere tiempo, pero también supone sacrificio. Deseo y enamoramiento son los fuegos artificiales iniciales que nos abren a la posibilidad del amor, ese sentimiento más permanente y estable que nos conduce a la incondicionalidad. Georges hará lo posible para atender a su mujer y paliar su sufrimiento hasta sus últimas consecuencias. Acompaña a su esposa y contempla su degeneración permaneciendo a su lado, desde la libertad del que ha elegido quedarse pase lo que pase.

En algunas secuencias de la cinta, el espectador puede palpar la vida que ha compartido esta pareja, una vida que aman por las emociones que brinda y por la posibilidad de compartir con otros, una vida que han disfrutado mientras les ha sido posible: la historia comienza con su regreso a casa de un concierto de música clásica. Cuando Georges toma la decisión que adopta sobre la enfermedad de su mujer, solo puede entenderse como un acto de amor, un acto de auténtico cariño y admiración que le lleva a respetar las decisiones y promesas que le hace a su compañera. La dignidad de su mujer está ya por encima de toda ley humana, social y religiosa. En este punto, hubiera resultado más sencillo que la legislación contemplara la libertad de la persona para decidir sobre su sufrimiento y su propia muerte. Pero la determinación de Georges para cumplir la voluntad de su mujer está ya apuntalada en ese amor definitivo que siente por ella.

Este es el relato de Amour. Cambien ahora los nombres de los protagonistas y llámenles Ángel Hernández y María José Carrasco. Tendrán entonces una historia de amor real, auténtica, que supera toda ficción: una historia que se merece todo el respeto y ninguna persecución ni sentencia judicial.

Begoña Chorques Fuster
Profesora que escribe
Artículo publicado en el periódico 'Ágora Alcorcón'


domingo, 14 de abril de 2019

ABSÈNCIA. RESEÑA DE JOSÉ ÁNGEL PÉREZ

“Los libros y las palabras me vuelven a situar cerca de ti”. (Absència)

Con estos versos del poema “Transferència 3” de su segundo poemario, comenzamos este íntimo encuentro con Begoña Chorques Fuster.

Actualmente se dedica a la labor docente como profesora de Lengua castellana y Literatura en el I.E.S. “Parque de Lisboa” de Alcorcón y destaca por su talento como poeta, narradora, articulista en diversos diarios y mantiene su blog “Una cambra pròpia” donde también publica sus reflexiones y artículos de gran interés. No obstante, ella siempre se define como “profesora que escribe”. Podría decirse de Begoña que es una mujer cosmopolita que busca y descubre en las formas su razón eterna.

Ya en su primer poemario, Olor de poma verda, restaura la vivencia especial de la realidad como un éxtasis de conocimiento, amor y aventura hacia lo absoluto de las palabras poéticas que solo se explican desde el mismo poema.

Esa emoción genuina  del poema la recoge Begoña como mujer reivindicando aquello que, a lo largo de la Historia, otras no pudieron hacer debido al patriarcado reinante. Situar el amor en el epicentro de lo sentido y del que siente, es una prueba de que la sociedad quiere cambiar hacia una nueva dimensión, dejando atrás ideas apolilladas y estereotipos que querían el silencio, la maternidad y la sumisión como estandartes de la imagen de la mujer, sin derechos pero con todas las obligaciones.

Las letras hispánicas, por ejemplo, a lo largo de la Historia, lo han reflejado perfectamente. Solo hay que ver cómo los currículos oficiales de Bachillerato apenas mencionan escritoras hasta el siglo XIX, que no sean, entre muy pocas, Santa Teresa, Rosalía de Castro o Emilia Pardo Bazán. ¿A qué es debido? La causa  principal hay que encontrarla evidentemente en factores socioculturales y políticos. A pesar de que la imagen del siglo XVI es la de un siglo que se abre a las mujeres y un XVII que se cierra, en este último son más las dramaturgas y poetisas que escriben (pero debían hacerlo furtivamente bajo seudónimos o fingiendo ser hombres).

Ya desde los siglos XVIII y XIX se aprecia una apertura en el tratamiento de la mujer en la literatura y será en el XX (aunque principalmente en el XXI) cuando empecemos a dejar de ver modelos idealizados de santas, mujeres objeto, ninfas, falsas beatas, monjas o pícaras que se presentaban sin posibilidad de tener voz y mirada propia. Y es una mirada, una mirada de mujer la que Begoña revive en cada uno de los poemas de Absència. La mirada de la “iaia Trini”. Esa “iaia” que nos acercará a nuestros sentimientos más profundos. Es la “iaia” de todas nuestras “iaias”. Aquellas que son nuestro descanso a la hora de la brisa, nuestras confidentes, el mejor regalo recibido de la vida…

Como regalo es para el amante de la poesía y de la palabra es experimentar en Absència la comunión gozosa, “amando todas las cosas desde el relato de la experiencia”. A lo largo del poemario, escrito en catalán y editado exquisitamente también en versión bilingüe, nuestra lengua hermana es amada de forma misteriosa e inefable, sirviendo de vehículo a un discurso absolutamente libre, luminoso, delicioso, evitando la linealidad argumentativa pero desgranando experiencias vitales y reveladoras desde la Xàtiva natal. En esa Xàtiva acogida y acogedora, azul y mediterránea (trasunto quizá de la iaia Trini) contemplamos sus  gentes y la sencillez de la existencia.

Así pues, para un neófito, Absència es perfecto por varias razones: la mujer es el centro del poemario (pero vista como una armoniosa apertura a la totalidad del universo), el acercamiento de lo cotidiano (y su reconciliación con el “nosotros” desde el “yo”) y, finalmente, permite descubrir la lengua catalana como hermosa barca que porta las palabras en el océano del existir.

Disfrutadlo.

José Ángel Pérez Portillo


domingo, 7 de abril de 2019

L'APARADOR DE POESIA


Pius Morera: Senyora Begoña Chorques Fuster, vostè ja sap o ho hauria de saber que estem molt contents, no sap pas quant, de tenir-la aquí, tant a la vora amb nosaltres, benvinguda al programa.

Begoña Chorques: Moltes gràcies, Pius. Per mi, és un plaer també ser-hi.

P: Per a la iaia Trini. In Memoriam: tot un homenatge que inclou totes les àvies, no?

B: Totes les àvies i les dones que no surten als papers. Cal reivindicar les seues vides i la seua vàlua.

P: La iaia Trini s’ha mort i ja estem molts més sols. Però aquest epitafi amaga un iaio Vicent plorant per qui no ha cuidat de viu. Aquest és el seu record?

B: El vers expressa la veritat: que la cuidadora va ser ella durant gairebé seixanta-tres anys. Ara cal canviar aquesta realitat: els homes també poden tenir-ne cura.

P: La pregunta clau: ens tornarem a veure un cop morts?

B: El vers parla de tornar-nos a veure en vida. Però ara que ho pregunta, Pius, jo soc agnòstica. No sé si ens tornarem a veure; em sembla que no. Ella, la iaia Trina, creia que sí. Tant de bo tinga ella raó! Però mentre jo siga viva ens retrobarem a la meua memòria.

P: Ens ha agafat un rampell segurament. Les darreres tres setmanes tres poetes de la seva terra: Ontinyent, Alcúdia i Xàtiva. Al País Valencià aixecant una pedra apareix un poeta?

B: No ho sé. Diuen que la poesia sembla que sorgeix de bell nou. El meu professor de llatí deia que el que hi havia a sota de cada pedra al País Valencià era un filòleg perquè tothom sabia de llengua i n’opinava. De poesia, que els darrers tres anys el Premi Maria Mercè Marçal l’haja guanyat un poeta valencià (dues dones) és una bona notícia per vertebrar la nostra literatura.

P: El trenta és un nombre primorial perquè és el producte dels tres primers nombres primers, 2, 3 i 5. Tot i que això no ho deu saber, trenta és el nombre de poemes del seu llibre. Deu ser cosa del subconscient, com diu el prologuista, no?

B: Segurament ho serà. El subconscient hi juga un paper important. He volgut que el poemari estigués compost de trenta poemes. De matemàtiques, malauradament en sé poques.

P: Només tres mesos té l’any: març, abril i maig?

B: No, en té dotze. ‘Novembre’ i ‘Gener’ ja estan escrits però romanen inèdits. La resta esperen encara: desitge que em quede vida poètica per davant per escriure’ls... Però no s’ha de tenir pressa.

P: Vol dir que no ha elevat a categoria la seva àvia?

B: No era la meua intenció. La iaia Trini era una dona amb les seus virtuts i els seus defectes, però amb molta capacitat d’estima i amb gran alegria pel viure malgrat els entrebancs. Això sí em sembla digne d’aprenentatge.

P: Per aprendre cal arboritzar-se per descobrir l’olor de l’aire?

B: Cal tenir els peus ben arrelats a la terra per sentir uns bons fonaments d’estima que ens facen mirar cap amunt, llençar-nos a la vida amb decisió, sense por.

P: Jo no vull ser mare, que jo només vull ser àvia. Ens ho haurà d’explicar bé. Per ser àvia s’ha d’ésser abans mare. O la cosa no va ben bé així?

B: Això mateix em va dir la primera lectora del poema: l’àvia és dues vegades mare. és una aspiració que tinc o tenia. Potser comence a ser mare sense saber-ho.

P: O recórrer vint-i-cinc per descobrir el gust del timó entre les dents? No sé perquè ens recorda Salvat-Papasseit...

B: Aquesta és una de les meravelles de la literatura: la intertextualitat. ‘25 anys després’ és un poema d’amistat i que els amics en són molt pocs és un aprenentatge dolorós que només porten els anys.

P: És deutora de la poesia popular, això almenys sembla?

B: No m’importa ser-ho. També vull ser filla de la tradició de la nostra literatura i indagar en la capacitat de la nostra llengua per expressar experiències. Es tracta de dir el major nombre de coses amb el menos nombre de paraules possible.

P: Una falda és, segons que sembla un país. Ens ho explica vostè que en ve?

B: La llengua l’aprenem a casa: d’ella en diguem llengua materna. Aprenem la llengua de la mare estimant-la: això configura la identitat de l’infant que aprèn. Qui estima la seua llengua no pot abandonar-la mai.

P: La paraula ho dissol tot?

B: Tot just el contrari. La paraula crea els llindars que ens donen el ser, com la llengua. La paraula ens atorga la corporeïtat, el cos. Aquest és un motiu poderós per escriure.

P: Vostè té por de l’oblit. A voltes, no el cas de l’àvia, no és preferible l’oblit?

B: Té tota la raó, Pius. Molt sovint voldria tenir una mica menys de memòria, però no sé si és quelcom que triem. Per escriure no cal tenir imaginació, cal tenir memòria. La desmemòria, sobretot, la històrica pot ser molt perillosa.

P: El temps passa veloç com una libèl·lula. Ho sentim, però hem d’acabar. A veure, què ha de dir d’aquest programa que arriba a la dos-cents noranta-unena edició, comptant aquesta?

B: Li desitge dos-cents noranta-un programes més, Pius. Un programa dedicat a la poesia no s’hauria de prendre. En caldrien més.

P: Nosaltres sempre hem volgut ser una pantera negra. A més de vostè voldria ser algú altre perquè ja n’està tip de ser qui és?

B: És veritat que de vegades em canse de mi mateixa. Crec que m’estimaria ser un animal; tenim molt a aprendre’n. Un gos ja m’aniria bé. L’ésser humà és esgotador massa sovint.

Entrevista emesa el 6 de març de 2019
al programa ‘L’aparador de poesia’ de Pius Morera
a Ràdio SantVi 107.4 FM