jueves, 22 de noviembre de 2018

GESTACIÓ

Poetry ought to have a mother.
                 VIRGINIA WOOLF

Et desitge quan només ets
somni lleu a la meua ment,
idea que aguaita punyent.
Et cree cercant-te els verbs
quan ets un tendre embrió,
una pila de frases per fer.
T'he estimat des del moment
que t'he començat a pensar,
t'he tingut a les meues mans,
he acaronat la remor
incerta del frec dels teus mots.
T'he cuidat quan t'he vist fet
amb el goig i l'orgull materns
de l'estranya creació
feta realitat i cos.
No seràs pas ni el més bell
ni el més brillant de tant de vers
però em deixaràs allerat
un afecte fecund i ver.

                                            Begoña Chorques Fuster
                                            ABSÈNCIA / AUSENCIA
                                            Ed. Círculo Rojo, 2018.





GESTACIÓN

La poesía necesita de una madre.
VIRGINIA WOOLF

Te deseo cuando solo eres
sueño leve en mi mente,
idea que asoma punzante.
Te creo buscándote los verbos
cuando eres un tierno embrión,
un montón de frases por hacer.
Te he amado desde el momento
en que te he comenzado a pensar,
te he tenido en la manos,
he acariciado el susurro
incierto del roce de tus palabras.
Te he cuidado cuando te he visto hecho
con el gozo y el orgullo maternos
de la extraña creación
hecha realidad y cuerpo.
No serás ni el más bello
ni el más brillante de tanto verso
pero me dejarás liberado
un afecto fecundo y verdadero.

domingo, 18 de noviembre de 2018

PUNT I FINAL


When we are silent
we are still afraid.
AUDRE LORDE

Ens tornarem a veure?
Jo crec que sí. Vindré aviat.
Depèn de tu. No et muires
ni em faces cap mala passada.
Que bonica ets!, em mires
amb ulls d'infinita tendresa.
A la matinada del dia vuit
te'n vas anar sense fer soroll.
Vas tancar la porta amb suavitat,
jo vaig quedar a l'altra banda.


                                              Begoña Chorques Fuster
                                              ABSÈNCIA / AUSENCIA
                                              Ed. Círculo Rojo, 2018.



PUNTO Y FINAL

Cuando callamos
seguimos teniendo miedo.
AUDRE LORDE

¿Nos volveremos a ver?
Yo creo que sí. Volveré pronto.
Depende de ti. No te mueras
ni me hagas ninguna travesura.
¡Qué guapa eres!, me miras
con ojos de infinita ternura.
En la madrugada del día ocho
te marchaste sin hacer ruido.
Cerraste la puerta con suavidad,
yo quedé al otro lado.


sábado, 10 de noviembre de 2018

UNA PALOMA EN EL ALFÉIZAR DE LA VENTANA

Me gusta contemplar su mundo desde esta esquina. De vez en cuando los miro de reojo, algunos gesticulan con las manos, otros las posan tranquilamente sobre el vientre, algunos las colocan en la nuca. Son los que aún están seguros de su universo. Cuando empieza a resquebrajarse, acecha el miedo por las fisuras. Es un proceso más o menos lento, depende de la persona y de sus resistencias y mecanismos de defensa. Aún recuerdo cuando me sucedió a mí misma. Todas tus seguridades se escurren por la alcantarilla y te ves débil, como un pajarillo que se cae del nido. Es por eso que a tanta gente le da pánico tumbarse en el diván. No lo saben pero quieren seguir con sus miserias, esas que les hacen sentir tan mal pero a las que se encuentran tan pegados porque son su referencia.

Es una caída dolorosa, que te deja con todos los armarios interiores vacíos, descolocados, abiertos de par en par. ¿Cómo no se va a sentir pavor? En una ocasión, Laia (es un nombre ficticio, ya que he de respetar el secreto profesional) me confesó que era como si tuviera el vientre abierto en canal y sus tripas estuvieran en mis manos. Es una materia tan sensible que solo puedes sentir un poco de estupor y un gran respeto. Todos somos niños un poco desconcertados que vamos buscando cariño y nuestra propia orientación en la vida. El renacimiento es lento, con idas y venidas, pero es un proceso inexorable. Me llena de orgullo y alegría cuando salen adelante, seguros, con nuevas estructuras.

También hay días que los mandaría a paseo, sobre todo, cuando me vienen con tonterías por las que creen que se morirán. Supongo que a todos nos pasa, pero me he de contener para no levantarme y pegarles una colleja para que espabilen. ¡Qué tozudo es el ser humano tan a menudo! Depende de cómo me encuentre ese día me es más fácil lidiar con estas bobadas. No soy una máquina y también tengo jornadas mejores y otras en que lo enviaría todo a freír espárragos y me marcharía a dar una vuelta por la montaña. ¡No sé qué haría sin la naturaleza! Uno de los mejores momentos del día es cuando me levanto por la mañana y contemplo la cumbre de mi montaña desde la ventana: el pico de la Miel.

Es obvio que no quieres a todos los pacientes igual. Podría decir que es más fácil querer a aquellos con los que tienes más afinidades ideológicas, vitales o con aquellos con los que compartes aficiones, pero tampoco es verdad del todo. Un vez Laia, la paciente de quien he hablado antes, supo que me gustaba la fotografía. Me hace mucha gracia cuando sienten curiosidad por mí. Ellos no saben nada de mí y yo, poco a poco, voy sabiéndolo todo de ellos. Es una relación totalmente asimétrica. Hay alguno más intuitivo que sabe hacer diana con el dardo. En ese momento he de poner cara de póquer y hacer como que la cosa no va conmigo. A veces me parto de risa con estas situaciones. A mí me toca trabajar con la contratransferencia. Esa tarea es mía, no suya.

A los que más quiero son aquellos con los que más he sufrido, aquellos con los que he vivido más profundamente sus contradicciones y también las mías. Aquellos con los que he metido la pata en alguna situación, que no he sabido interpretar y, a pesar de todo, han decidido seguir adelante son de quienes más cerca me siento. Recuerdo una tarde que no fui capaz de ver una situación de emergencia donde hubo un riesgo vital real. Afortunadamente todo salió bien. El vínculo que quedó después de aquel proceso tan luctuoso resultó inquebrantable.  

Esto no es ninguna ciencia exacta y cada persona es diferente. Lo lamento mucho cuando no acierto la palabra pero tengo que ser consciente de mis limitaciones y aceptarlas. Somos como artesanos de las emociones que vamos dando pequeños golpes con los nudillos, haciendo toc-toc, para comprobar dónde está hueco. Donde suena es donde se tiene que trabajar. También tengo que tener en cuenta su reacción cuando abordamos el tema para ver la profundidad de la herida. A veces solo con el roce, su mundo interno se agita y debemos analizar el porqué.

Todos se enfadan conmigo. Es una reacción que ocurre tarde o temprano. Además, es algo que tiene que suceder. En algunas situaciones es la mejor manifestación que pueden tener ante los sentimientos que experimentan recordando lo que han tenido que vivir en su infancia o adolescencia. La violencia es la única respuesta que pueden dar a la sensación de estafa y pérdida que experimentan. Casi siempre es verbal. Lo entiendo perfectamente cuando alguien me insulta, consecuencia de la transferencia. Es muy duro para algunos cuando consiguen poner nombre a aquello que les hicieron. Cuando sostienes en brazos a un niño que ha perdido a sus padres en un accidente de tráfico, mientras te da patadas para expresar su ira, lo que menos daño te hace son los moratones que te deja en las piernas.

Está claro que el tiempo que permanecen en terapia condiciona la relación que tenemos y la manera de trabajar, pero los recuerdo a todos. Transcurren los años y van transitando por la butaca y el diván, pero tengo todos sus nombres guardados en la memoria. Y mira que tengo que escribir todo lo que me dicen porque si no, se me olvida. ¿Por qué me gusta tanto la fotografía? Porque la única manera de cambiar las cosas es volviendo a mirarlas con cuidado.

Begoña Chorques Fuster
Profesora que escribe
Fotografía extraída de la red


domingo, 4 de noviembre de 2018

DÉU SALVA EL REI

Déu salva el Rei. No hi ha cap dubte. Els incrèduls no tenen cabuda en aquesta columna d’opinió. Ja sé que el filòsof va proclamar la mort de la deïtat, però s’equivocava, com el colom. Déu salva el Rei una i altra vegada, i no hi ha res que cap republicà puga fer.

El pacte tàcit que es va forjar a la Transició entre la Casa Reial i la premsa espanyola se’n va anar en orris fa uns anys. Durant dècades el quart poder ha estat donant-nos una imatge edulcorada i idealitzada d’una família perfecta, que en el fons i en la superfície estava desestructurada, principalment pels excessos sexuals del cap de família. Quines conseqüències ha tingut la ruptura d’aquest idil·li? Que ara sabem el que abans es rumorejava. I res més, perquè Déu va salvar el Rei.

El relat del paper del rei Joan Carles durant la Transició i en la jornada decisiva del colp d’estat (aquest sí) del 23F ni tan sols es va esquerdar quan es van fer públiques unes declaracions del primer president de la democràcia, Adolfo Suárez, afirmant que no tenia intenció de sotmetre a referèndum la monarquia en la nova constitució perquè coneixia per endavant el resultat desfavorable. I Déu va tornar a salvar el Rei. 

Però també vam saber com el Rei es gastava part de l’assignació dels pressupostos generals de l’estat: matant elefants a un país africà amb una ‘amiga íntima’. Que em perdonen els monàrquics pel ridícul eufemisme. Llavors la qüestió es va solucionar amb una imatge inèdita d’un monarca demanant perdó amb cara de gos abandonat. Va resultar convincent. I els defensors dels drets dels animals es van fastiguejar. Déu va salvar el Rei, però no l’elefant. 

Tot això va ocórrer enmig de la tempesta del cas Noos, que ha portat al gendre del Rei, Iñaki Urdangarín, a la garjola, però no a la seua filla, que sols la trepitja per visitar el seu estimat espòs, sense que cap imatge haja transcendit en l’era d’Internet i de les xarxes socials. En aquesta ocasió la ‘teoria de l’amor’ també va funcionar i és l’estat qui ha indemnitzat Cristina de Borbó. Tanmateix, la pressió i els escàndols van fer que el rei Joan Carles, que poc temps abans afirmava estar en forma per seguir exercint com a Cap de l’Estat, fes un pas enrere a favor del seu fill, el monarca més preparat per al càrrec de la història d’Espanya. Es va fer ràpid perquè els clamors de referèndum (paraula maleïda) quedaren silenciats. I va funcionar. I un altre cop hem tornat a veure les instantànies familiars, tintades de colors pastís, amb el capvespre i el mar al fons. De què ens sonarà tot allò? Déu, en la seua infinita misericòrdia, salva al Rei, com ha de ser.

I el nou monarca va pronunciar un discurs, un dia d’octubre, d’un any, dirigit a una part d’Espanya, amb una mena de biaix ideològic. I va ser ell qui va salvar Espanya. Però, aleshores, les clavegueres de l’estat es van obrir i la immundícia va començar a traspuar. De sobte semblava que la modèlica monarquia espanyola havia estat enriquint-se il·lícitament, és a dir, cobrant comissions il·legals a canvi de sucosos contractes en països amics, com ara Aràbia Saudita. Però és que els espanyols som molt penells i, clar, un dia som monàrquics i, a l’endemà, ens aixequem republicans. Però no va passar res, perquè Déu va salvar el Rei d’una comissió parlamentària. Era tot despit amorós i sexual i així el patrimoni dels nostres monarques continua essent un misteri inescrutable. Ja se sap: el xantatge d’alguns comissaris només és vàlid quan es tracta de ministres de partits suposadament republicans. Ni escac, ni mat.

A quina conclusió hi podem arribar? Doncs que Déu salva el Rei. No hi ha cap dubte. I per a tota la resta, farem que semble una democràcia. Amen, Jesús.

Begoña Chorques Fuster
Professora que escriu
Imatge extreta de la xarxa