domingo, 24 de diciembre de 2017

21D: POSVERDAD

Todos aquellos que no estén de acuerdo con lo que aquí escribo tildarán este artículo de posverdad, de manipulación de la realidad. Es lo que ocurre en los últimos tiempos: calificamos de demagogos a aquellos que no piensan lo mismo que nosotros, llegamos incluso a invalidar intelectualmente su pensamiento. No obstante, los resultados del 21D son los que son. Cada cual puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Pienso que la auténtica jornada de reflexión tendría que ser el día después; para unos más que para otros.

M. Rajoy convocó las elecciones en Cataluña después de la aplicación del artículo 155 como consecuencia de la DUI proclamada por el Parlament el 27 de octubre. Tomó todas aquellas decisiones para restituir la legalidad en Cataluña. Sin entrar en legitimidades, su celebración ha arrojado unos resultados claros al respecto: No al 155 – 78 escaños / Sí al 155 – 57 escaños; Puigdemont – 34  / Rajoy – 4. Los votos de la mayoría de los catalanes parecen indicar que consideran que el gobierno cesado es el legítimo, pues ha sido refrendado en las urnas por segunda vez, además, con el mismo orden de partidos: República catalana – 70 / Monarquía parlamentaria – 57. Es más, República – 78 / Monarquía – 57. Sin embargo, la CUP, que opta claramente por la unilateralidad, ha pasado de 10 diputados en 2015 a 4 asientos. Por su parte, Junts per Catalunya y ERC han hablado de bilateralidad en sus campañas electorales. Es lógico interpretar que los votantes independentistas consideran que es necesario el diálogo con el gobierno de España, aunque este por el momento parece no querer mover ficha. Los costes institucionales y personales que la desobediencia suponen resultan demasiado dramáticos. Recordemos que cuatro personas se encuentran privadas de libertad y otras cinco, a mil kilómetros de sus familias y su hogar. ¿Tomará Europa, por fin, cartas en el asunto?

Ciudadanos ha sido el partido más votado con 36 diputados sumando casi 67.000 votos más, aunque el bloque constitucionalista suma 57, muy lejos de los 68 de la mayoría absoluta. Por su parte, el bloque independentista ha conseguido una nueva mayoría absoluta. Han perdido dos diputados y porcentaje de población que les apoya (47.5 %), aunque suman casi 97.000 votos más. Rajoy ha declarado que los resultados no eran los deseados, pero que el independentismo pierde apoyos. ¿Es eso cierto? ¿Por qué tiene tanto miedo entonces a un referéndum pactado? Otras preguntas que me hago es si estos resultados le llevarán a la reflexión y a entablar un diálogo con el nuevo gobierno catalán, si por fin reconocerá que en Cataluña hay un problema político que solo puede solucionarse haciendo política. De nada han servido la presión judicial y policial, más bien para agravarlo.

Hay otras lecturas de los resultados que me parecen importantes y que no se han puesto apenas en el foco. Los partidos que defienden el modelo de escuela catalana vigente, que opta por la inmersión lingüística, han logrado 95 escaños, frente a los 40 que están en contra. La pluralidad de la sociedad catalana parece estar de acuerdo en un modelo educativo que lleva años funcionando con rigor y eficacia, frente a los intentos de desacreditarla con acusaciones de adoctrinamiento cuestionando a los profesionales de la educación.  

Por último, los escaños que han logrado los partidos de ideología conservadora son 74 frente a los 44 que han conseguido los partidos progresistas. Reconozco que ahora mismo no sé muy bien dónde situar los 17 diputados del PSC. Disculpen mi confusión y mi ignorancia. Me resulta llamativo este resultado en una sociedad en la que el 70 % de las personas se declaran progresistas y de izquierdas. Los dos partidos más votados (Cs y JxCat) son de centro-derecha. Ya fue significativa la presencia de mujeres en minoría en las listas de todos los partidos políticos.

De todos modos, no hagan caso de nada de esto porque lo escribo mientras los niños de San Ildefonso entonan su letanía. Será posverdad, simple manipulación de la realidad.

Begoña Chorques Fuster
Profesora que escribe
Artículo publicado en el periódico ‘Ágora Alcorcón’


domingo, 17 de diciembre de 2017

EL PETIT PRÍNCEP

Baixant del Castell de Shobak, sota un sol encegador enming del desert, em vaig trobar un petit príncep beduí a la vora del camí. Jo no tenia cap avioneta espatllada, però les meues passes eren cansades i em sentia assedegada. El cor se'm va capgirar davant aquella trobada inesperada. Les pedres que deixava a cada banda havien adquirit un forma infantil. Era un miratge? Vaig pensar que el meu petit príncep beduí em demanaria que li dibuixara un be. Però no em va dir res; només em va mirar i va somriure. Ja havia perdut alguna dent de llet. El seus ulls eren negres com una nit estrelada. Em vaig apropar i li vaig parlar. Ell ni va intentar contestar-me. Només mirava i somreia. Mantenia el seu cosset dempeus amb dignitat despistada. El meu petit príncep beduí no em va demanar cap dibuix, perquè era un pastoret de cabres al desert. 

Begoña Chorques Fuster
Professora que escriu

domingo, 10 de diciembre de 2017

#MeToo

El movimiento #MeToo que denuncia los casos de acoso sexual ha sido elegido ‘persona del año 2017’ por la revista Time. La difusión en las redes sociales del hashtag #MeToo, a propuesta de la actriz estadounidense Alyssa Milano, prendió la mecha el pasado octubre y dio voz a cientos de miles de mujeres que confesaron haber sido víctimas de abusos. Este fenómeno, concebido originariamente hace diez años por Tarana Burke, ha sacado a la luz un problema endémico silenciado de manera deliberada: la violencia que sufrimos, con demasiada frecuencia, las mujeres en nuestra vida diaria. Durante años, las mujeres definieron el acoso sexual que sufrían como algo de lo que no se hablaba, como algo privado, como un peaje necesario que había que pagar para promocionarse en el ámbito profesional, como algo de lo que estar avergonzadas. Esas son precisamente algunas de las marcas que el abusador deja sobre la víctima: la vergüenza y el miedo a hablar.

Este fenómeno viral nos ha ayudado a descubrir la colosal escala del problema, a darnos cuenta cuán necesaria es una auténtica educación en igualdad entre hombres y mujeres y a comprobar que todos deberíamos ser femenistas, como afirma la autora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. Por desgracia, como toda violencia ejercida contra las mujeres, abarca todas las clases sociales, todas las profesiones, todas las razas y prácticamente todos los rincones del mundo. La diferencia se encuentra en las formas de hacer explícito este abuso de poder: de formas sutiles en las que la mujer es interpelada a realizar las tareas más ingratas, con una mayor presión profesional, hasta la violencia manifiesta que llega a las cotas más brutales en los casos de acoso sexual o violación.

Algunas voces han alertado de la polarización del discurso que este tipo de campañas suscita, de la actitud condescendiente hacia la voluntad de las mujeres que pueden despertar y del contexto de pánico sexual que se instala en la sociedad. Pienso que quien utiliza estos argumentos no es consciente de la envergadura del problema o, por fortuna, no ha sufrido esta violencia. Por supuesto que no todos los hombres son violadores ni abusadores en potencia, pero necesitamos que ellos sean conscientes de la situación de privilegio en la que han sido educados para que se conviertan en nuestros aliados para erradicar esta lacra. Todos, ellos y nosotras, debemos ser lúcidos a la hora de reconocer todos los tics machistas a los que estamos sometidos en nuestra actividad cotidiana; además, ellos deben estar dispuestos a renunciar a ejercer ese estatus de poder sobre las mujeres con las que trabajan. Solo así conseguiremos una igualdad plena, sin tutelas y que esa violencia silenciosa contra las mujeres no se perpetúe y llegue a manifestaciones humillantes y delictivas. ¿Cómo podemos conseguir revertir esta situación? Solo cabe una respuesta: con más educación, más educación, más educación. Por último, quisiera añadir solo una cosa más: #MeToo, #YoTambién, #JoTambé.

Begoña Chorques Fuster
Profesora que escribe
Artículo publicado en el periódico 'Ágora Alcorcón'



domingo, 3 de diciembre de 2017

RECORDANT PETRA...

Petra era un dels llocs de la llista per visitar algun dia. Feia uns anys que no viatjava a un país àrab. Recórrer la Ciutat amagada ha estat una experiència vital única. Quan comences a travessar el congost del Siq, alguna cosa comença a bullir dins teu. Les pedres t'abracen i et capbusses en un lloc on la natura ha esculpit una obra d'art natural. I tu hi ets a dintre per gaudir-ne... Paga la pena caminar  a poc a poc, deixar-se prendre per tanta màgia. Petra va estar amagada dels ulls humans gairebé mil anys. A mesura que t'apropes a la fi, saps que un Tresor t'espera, com un tribut a la bellesa. L'emoció comença a pujar per la gola com un sanglot. Petra és un regal de la natura i dels nabateus. És un joc tan especial que comences a caminar sense parar i els kilòmetres cauen als teus peus i tant et fa el sol i la calor intensos (bé, una mica sí...). La sorra vermella de Petra va prenent-te per les cames. Quan arribes al Monestir, després de la pujada, la pols ja t'ha esquitxat el cor. Però encara et queda camí per recórrer i vols viure-ho tot. A la nit, exhaurida després d'haver gaudit de tanta bellesa, sent que la meua capacitat pulmonar i mental s'han eixamplat. Quin goig seria arribar així a la fi del meus dies! Aneu a Petra...

Begoña Chorques Fuster
Professora que escriu