Reconozco que escribir esta reseña con resaca no proporcione la mejor disposición de ánimo. Quizás debiera haber cogido ayer papel y bolígrafo para redactar estas líneas con la alegría etílica con la que nos bendice la cerveza. Quizás debiera haber tomado un alcoholímetro y haber medido mi nivel de alcohol en sangre antes de decidirme a escribiros. En ese caso, si el psiquiatra y escritor noruego Finn Skårderud tiene razón, este texto habría sido mucho más creativo y más brillante. Según él, nacemos con un déficil de 0.05 % de alcohol en la sangre y, cuando compensamos esa diferencia, nos convertimos en la mejor versión de nosotros mismos, mostramos nuestro auténtico yo creativo y poderoso.
El director danés Thomas Vinterberg planea su nueva película, Otra ronda (Druk, 2020) a partir de esta premisa y plantea una historia interesante donde reflexiona acerca del alcohol en nuestras vidas, para bien y para mal. Un grupo de cuatro profesores, amigos y colegas en un instituto de Copenhague, cansados y desmotivados con sus vidas rutinarias y aburridas, deciden mantener esa tasa de alcohol durante el día y en su jornada laboral para demostrar que pueden mejorar en todos los aspectos de su vida: profesional, familiar y personal. Lo proponen como un experimento sociológico y los resultados iniciales no pueden ser mejores. Entonces todos se ponen de acuerdo en llevarlo más lejos y aumentar el límite diario a 0.10%. Pronto comienzan a verse los peligros y las consecuencias sociales y familiares que este comportamiento llevado al limite comporta.
El mérito de la historia es que lo concibe sin moralismos y fluctuando, como un funambulista, sobre la frágil línea de euforia y destrucción que el alcohol lleva a tantas vidas humanas. El filme se basa en una obra de teatro que el propio Vinterberg escribió cuando trabajaba en Burgtheater en Viena. Desde el inicio se abren ya algunas incógnitas, ya que comienza con una cita del filósofo existencialista danés Søren Kierkegaard: “¿Qué es la juventud? Un sueño ¿Qué es el amor? El contenido de ese sueño.” A continuación, se presenta una escena en la que un grupo de adolescentes ebrios juegan a hacer carreras cargando cajas de cerveza, mientras tienen que seguir ingiriendo grandes cantidades de alcohol que no pueden vomitar. Si lo hacen, pierden. Así nos invita a reflexionar sobre la cultura del alcohol en la que todos estamos inmersos y que nuestros jóvenes tan pronto asumen.
La primera inspiración del director parece ser que fue “una celebración del alcohol basada en la tesis de que la historia mundial habría sido diferente sin el alcohol”, aunque el planteamiento se transformó en algo más profundo y existencial cuando Ida, la hija del propio Viterberg, a quien está dedicada la cinta, murió en un accidente automovilístico solo cuatro días después de acabar el rodaje. Ida iba a aparecer como una de las hijas del protagonista haciendo su debut como actriz. Después de la tragedia, el guion se reescribió porque “no debería tratarse solo de beber. Se trataba de despertar a la vida”. Según el director, “Otra ronda va sobre vivir en lugar de solo existir”.
Martin, el protagonista, es un hastiado profesor de Historia, interpretado por un Mads Mikkelsen en estado de gracia. Ya protagonizó la inquietante La caza en 2012. Nos brinda (nunca mejor dicho) una soberbia e irrepetible escena final donde podemos embriagarnos con su brillante actuación y la música del tema principal de la película What a Life de Scarlett Pleasure: un particular Carpe diem que el espectador deberá interpretar y llenar de significado. Mientras tanto, cantad conmigo mientras bailamos con una birra en las manos. ¡Salud!
What a life, what
a night
What a beautiful, beautiful ride
Don't know where I'm in five
But I'm young and alive
Fuck what they are saying, what a life
Begoña Chorques Fuster
Profesora que escribe
Todo, incluso Rayuela en manos del hombre puede convertirse en una droga. Tal vez en eso consista la esencia de lo humano. Chin chin.
ResponderEliminarTenemos la especialidad de estropearlo casi todo...
EliminarParece que la industria de cine y televisión danesa nos está regalando grandes tesoros. La serie "Borgen" es clara muestra de ello, con su interesante trama que refleja los entresijos de la política y los políticos. No habrá que perderse esta cinta. Desde luego, promete!
ResponderEliminarGracias por la recomendación de 'Borgen'. ;-)
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