"Mitos lingüísticos de la posverdad" quizás sea un título demasiado afectado, algo pretencioso y muy oscuro. Nada más lejos de mi intención, ya que quisiera que al final de esta reflexión quedara alguna idea y muchas preguntas en el aire. Procedamos a la desmitificación.
El Diccionario de la RAE en su segunda acepción nos define un mito como “una historia ficticia o personaje literario o artístico que encarna algún aspecto universal de la condición humana”. Y cita el mito de don Juan (dejaremos a un lado los mitos del amor romántico que parece que empezamos a desmantelar). De lingüístico nos dice que es “perteneciente o relativo al lenguaje”. Posverdad es “distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad”. ¿Cuál sería el antónimo de posverdad? ¿Verdad? ¿Existe la verdad absoluta sobre algo o solo acercamientos al desvelamiento de la verdad? Os propongo espíritu crítico como antónimo de posverdad. ¿Cuál sería el glosario que podríamos hacer sobre esa posverdad de la que tanto oímos hablar? Os presento los siguientes términos declarándole la guerra a Mr. Wonderful.
1) ÉXITO: “1. Resultado feliz de un negocio, actuación, etc. 2. Buena aceptación que tiene alguien o algo”. Desde que nacemos y empezamos a crecer, se nos inculcan una serie de valores, muchos de ellos positivos; otros, no tanto, porque ejercen sobre nosotros una presión, una exigencia desproporcionada hacia la concepción social de lo que significa éxito. Cuando llegáis a la adolescencia y al instituto, el sustantivo éxito ya va cogido de la mano del adjetivo popular. Primero ronean y acaban saliendo juntos. ¿Por qué Eulogio de 1º Bachillerato o Gertrudis de 3º ESO, que son tan populares, tienen tanto éxito? ¿Qué significa tener éxito en la vida? ¿Qué queremos decir cuando afirmamos que Cecilio no ha tenido suerte o éxito en la vida?
2) FRACASO: “1. Malogro, resultado adverso a una empresa o negocio. 2. Suceso lastimoso, inopinado y funesto. 3. Caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento”. En Occidente nos estimulan para lograr el éxito y evitar el fracaso a toda costa. El fracaso significa perder, no lograr el objetivo, convertirse en un perdedor. ¿Cuántos de los presentes no han perdido nunca en la vida? Perder nos lleva a la frustración que es un sentimiento de insatisfacción y fracaso. El antónimo de perder es ganar, y ambos verbos nos llevan al de competir. ¿Por qué hay que competir con quien está a nuestro lado? ¿Qué significa realmente ganar? ¿Nos dan una medalla por conseguir la mejor nota? ¿Por qué no asumimos y normalizamos que unas veces se gana y otras se pierde? Afirmo, con provocación, que todos los presentes y ausentes somos unos perdedores. ¿Por qué? Porque ninguno saldrá vivo de esta vida –os acabo de hacer spoiler de vuestra vida. Concluyo, además, que todos somos ganadores. ¿Por qué? Porque estamos vivos. Consejo: relajaos y disfrutad del camino/proceso.
3) SUEÑO: La imagen idílica y estereotipada de la persona exitosa queda íntimamente ligada al cumplimiento de un sueño. Persigue tu sueño, cumple tus sueños, nos dicen y nos lo creemos. Repasemos el significado de sueño: “cosa que carece de realidad o fundamento y, en especial, proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de realizarse”. Si no tiene posibilidad de realizarse, ¿por qué nos venden la moto del sueño sobre la que nos montamos y corremos como locos, jugándonos la vida, persiguiendo el éxito, compitiendo muchas veces con nuestros semejantes? Cuando comprobamos que ese sueño es una quimera, o un mito, nos sentimos defraudados, frustrados, porque pensamos que hemos fracasado. ¿Qué hemos dejado de disfrutar y contemplar en esa carrera loca hacia el éxito?
4) POSVERDAD: He expuesto al principio que se trata de una “distorsión intencionada de la realidad”. Entonces, la búsqueda del éxito, la persecución del sueño, la huida del fracaso, ¿están en la realidad, en la vida o las ponemos nosotros? ¿No estaremos siendo manipulados para que compitamos los unos contra los otros? ¿Para qué veamos rivales a nuestro lado, y no compañeros? ¿Y qué es la realidad? Algunos afirman que la realidad no existe, que cada cual se crea su propia realidad. Yo misma afirmo en mis clases que la objetividad no existe. Creo que esto es así, porque no puedo ser objetiva porque no soy un objeto. Solo puedo ser subjetiva, porque soy un sujeto, lo cual me concede iniciativa y toma de decisiones, pero también posibilidad de equivocarme. No obstante, si no queremos seguir siendo manipulados, debemos procurar un acercamiento lo menos subjetivo posible a la realidad. Y eso, ¿cómo se hace? Con el antónimo de posverdad que apuntábamos: espíritu crítico.
5) RED SOCIAL: “Estructura formada en Internet por personas y organizaciones que se conectan a partir de intereses y valores comunes”. ¿Qué uso hacemos de las redes sociales? ¿Qué parte de nuestras vidas mostramos en la red? ¿Cuánto de lo que exhibimos tiene que ver con esta visión distorsionada del éxito y el sueño? Todo lo que enseñamos en Internet es perfecto o casi. Y si no, le endosamos un filtro. ¿Un filtro no consigue acaso manipular la realidad? ¿Es un instrumento de la posverdad? ¿Qué problema existe en la imperfección? A Obdulia le pirra la cicatriz que Belisario tiene en la ceja izquierda.
6) METAVERSO: “Entorno donde los humanos interactúan social y económicamente como avatares, a través de un soporte lógico en un ciberespacio, que actúa como una metáfora, pero sin sus limitaciones”. Como la realidad no me satisface y me frustra, ¿me invitan a sumergirme en un realidad paralela? ¿Prefiero ser un avatar o una persona? ¿Por qué no puedo vivir razonablemente contento en los límites de mi realidad cotidiana? ¿No será este metaverso el colmo de la posverdad para que prefiera construir castillos en el aire de Internet y no pretenda cambiar mi entorno con mi trabajo?
Conclusiones en forma de Tweets (red social que detesto): Tweet 1. Todos en nuestra vida experimentamos fracasos en los que hay que encajar la frustración que provocan. Tweet 2. Busca y encuentra algo que hacer que verdaderamente te apasione y guste. Tweet 3. El mejor éxito es estar tranquilo y contento con uno mismo. Tweet 4. Conócete a ti mismo: valora tus capacidades y ten en cuenta tus límites. Tweet 5. La vida es lo que te pasa mientras persigues ese supuesto sueño. Tweet 6. No vas a conseguir todo lo que te propongas. Cuando salga mal, ni te flageles ni eches balones fuera. Reflexiona, sé honesto contigo mismo pero, sobre todo, quiérete a ti mismo. Tweet 7. ¡Jódete, Mr. Wonderful!
Begoña Chorques Fuster
Profesora que escribe
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