domingo, 25 de septiembre de 2022

EL SECRETO DE LA FUERZA SOBREHUMANA

En el mundo posmoderno de hoy, todos perseguimos un sueño: el secreto de la fuerza sobrehumana, que no es más que el elixir de la eterna juventud y la belleza. Algún friki de la novela gráfica habrá pensado que esta columna iba a hablar del último libro de Alison Bechdel. No, bueno, sí. Sí, pero no. La autora de Fun Home y ¿Eres mi madre?, en su tercer libro de memorias gráficas, hace un recorrido por su vida fit a lo largo de las décadas que ha ido cumpliendo. Bechdel expresa su pasión por el deporte y el ejercicio físico y nos muestra cómo ha ido practicando esquí, running, kárate, ciclismo, yoga… lo que se le pusiera por delante. También ha comprobado cómo su cuerpo se ha ido transformando con los años, cómo el paso del tiempo es inexorable y cómo nos enfrentamos a nuestra propia mortalidad (¡Perdón! Que esto no va en este artículo que trata sobre la mocedad y el esplendor).  

 

Empiezo de nuevo (a ver si ahora me sale). En nuestro mundo posmoderno, todos perseguimos un sueño: el secreto de la fuerza sobrehumana, que no es más que el elixir de la eterna juventud y la belleza. Pero, como la Fama (¿recuerdan la serie?), sabemos que todo cuesta. Hay que sufrir y sudar sangre. Para ello sometemos nuestro cuerpo a sesiones de gimnasio y clases colectivas para lograr ese cuerpo fornido y apolíneo. En estas, te encuentras con los top fit o máquinas de matar que realizan los ejercicios con exquisita ejecución. Ellos pueden contemplarse con deleite en los espejos que rodean estas nuevas ágoras interiores como nuevos Narcisos. Los paquetes no fit o cuerpos-escombro, aquellos que un día lejano proclamamos que no pisaríamos un gimnasio hasta que no nos doliera algo y que miramos a los top fit con envidia y rencor, nos arrastramos por la lona cuando se trata de ejercicios de abdominales o series de entrenamiento. Los advenedizos del fitness y los apadrina-gimnasios optamos siempre por las clases colectivas ya que necesitamos que nos den latigazos para mantener la disciplina. Y sudas la camiseta en el aula y también para pronunciar el nombre de la clase en cuestión: Body Combat, Body Pump, Spinning o Ciclo Indoor, Aerobox, Baile Fit, Pilates o Yoga (para los más flojos del lugar), Gap, Abd, Zumba… Y paro ya porque estoy exhausta. Hay algunos que no tengo ni pajolera idea de lo que son. El Body Hiit (con dos íes para que haga más calor) nos propone una repetición de ejercicios, muchos de ellos con pesas, para ir trabajando las distintas partes del cuerpo e ir ganando masa muscular. Los ya iniciados pueden pasar de pantalla e ir al Cross Hiit, en otros planetas-gimnasio llamado como Work Out, donde contemplas tu muerte mientras jadeas sin respiración. La raza superior, los elegidos, los pirados del milenio del ejercicio físico, no pierden su tiempo en estas nimiedades. Para ellos se ha creado el Cross Fit. ¡Crossfiteros del mundo, uníos! Por cierto, he llegado a la conclusión de que se huelen el culo y se reconocen entre ellos como los perros en el parque. El resto somos trols infames de las charcas fétidas. Por la mañana, al salir de casa hacia el trabajo cuando aún no ha salido el sol, me froto los ojos para quitarme las legañas y comprobar si efectivamente veo a un grupo de tíos corriendo por la calles de Madrid con sacos colocados sobre el cuello. Me parece que nuestros mayores los pondrían a descargar camiones a las cuatro de la madrugada en Mercamadrid (es solo una sugerencia) o a recoger naranjas en València. Pero no nos engañemos: ellos son la élite, los marines de los Estados Unidos patrios. Los buenorros del universo. Otro día, por la calle también, escuchaba a un joven comentar por teléfono a un amigo que se estaba poniendo ‘to güeno’ con el Cross Fit. ¿Tendrá que ver esa cruz con el sacrificio de nuestro señor Jesucristo? Pero qué superficiales son. Parecen eternos adolescentes, no como los que hacemos ejercicio por salud, para que no nos duela nada, que nos batimos en duelo con la báscula y la dieta y sabemos que el hedonismo culinario nos hará perder la batalla.

 

Alison Bechdel, en El secreto de la fuerza sobrehumana, trata también la cuestión de las adicciones. ¿No somos acaso adictos a la juventud y a la belleza? ¿Vampiros del bienestar y la felicidad? ¿No seremos unos negacionistas del paso del tiempo y del envejecimiento inevitable? Es como si tuviéramos pánico a ser conscientes de nuestra fragilidad. Aquí lo voy a dejar. Me voy al gym.

 

Begoña Chorques Fuster

Profesora que escribe

 


 

domingo, 18 de septiembre de 2022

CINC LLOBETS

Cinco lobitos, guanyadora de l’últim festival de Málaga, és l’òpera prima d’Alauda Ruiz de Azúa. La història que narra és senzilla. L’Amaia viu a Madrid i acaba de ser mare d’una nena. La seua parella, el Javi, ha d’absentar-se per motius de feina unes setmanes. Aleshores l’Amaia decideix tornar a la casa familiar a un poble costaner del País Basc perquè els seus pares l’ajuden en la criança de la nena. 

 

A partir del planejament d’aquesta situació quotidiana, la directora i guionista va abordant, sense estridències ni dramatismes, una sèrie de temes que ens afecten a tots i en els quals és inevitable veure’s reflectit. El primer és la desmitificació de la maternitat que s’ha idealitzat tant en el món occidental. L’Amaia se sent desbordada davant la responsabilitat de cuidar un ésser tan indefens i depenent, a la vegada que sent que ella, com a dona i com a professional, queda anul·lada, o almenys en suspens. A banda d’això, la cinta també planteja tota l’exigència física i les seqüeles que l’embaràs, el part i la lactància deixen en el cos de la dona.

 

El segon és el complex món emocional de les relacions familiars. A partir d’oracions aparentment intranscendents, anem embastant els diferents rols que cada membre de la família té assignats, com l’Amaia esdevé mare sense deixar de ser filla, com arriba el moment en què et converteixes en pare/mare dels teus progenitors, com l’arribada de nous membres a la família modifica i transforma el mapa familiar i com afecten les limitacions físiques i de l’edat a tots, però especialment als cuidadors que tota família té. A aquesta terayina emocional familiar que ens atrapa i ens sosté, s’alia el llenguatge: com es fa ús de les paraules i la comunicació, a través dels gestos, en les famílies, què es diu i què no es diu, què es dona per descomptat i què, arribat el moment crucial de l’acomiadament, es fa explícit. Molt relacionades amb les relacions familiars paterno-filials, es troben les relacions de parella: com afecta l’arribada dels fills a la vida conjugal, com ens situem emocionalment davant dels pares de les nostres parelles, què suposa una infidelitat en la relació en un moment de crisi i soledat. ¿És possible rehabilitar l’edifici matrimonial després del desgast dels anys i els esdeveniments vitals?

 

Al costat d’aquestes qüestions fonamentals, es veu també reflectida la situació laboral d’uns pares (que semblen ser autònoms) condicionats per un món exigent on prima la immediatesa. Per presentar-nos tot això, Ruiz de Azúa compta amb quatre actors que es vesteixen la pell dels seus protagonistes amb gran encert. El duo masculí afina el paper del jove pare inexpert (Mikel Bustamante) i del paràs gran pacient (Ramón Barea), que es van personalitzant en les situacions difícils que la vida els va posant al davant. No obstant això, la força de la història és orquestrada per les dues actrius femenines, Laia Costa (Amaia) i Susi Sánchez (Begoña) que ens il·lustren amb les seues interpretacions la subtilesa de les relacions entre mares i filles. Els fets es desenvolupen amb un dramatisme contingut que mai no arriba a desbordar-se i que, en determinants moments, s’apropa a la comicitat pel sarcasme d’algun dels personatges. Però, no és això la vida? Una tragicomèdia? 

 

Begoña Chorques Fuster

Professora que escriu

 


 

domingo, 11 de septiembre de 2022

CINCO LOBITOS

Cinco lobitos, ganadora del último festival de Málaga, es la ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa. La historia que narra es sencilla. Amaia vive en Madrid y acaba de ser madre de una niña. Su pareja, Javi, tiene que ausentarse por motivos de trabajo unas semanas. Entonces Amaia decide volver a la casa familiar en un pueblo costero del País Vasco para que sus padres le ayuden en la crianza de la niña.

 

A partir del planteamiento de esta situación cotidiana, la directora y guionista va abordando, sin estridencias ni dramatismos, una serie de temas que nos afectan a todos y en los que es inevitable verse reflejado. El primero es la desmitificación de la maternidad que se ha idealizado tanto en el mundo occidental. Amaia se siente desbordada ante la responsabilidad de cuidar un ser tan indefenso y dependiente, a la vez que siente que ella, como mujer y profesional, queda anulada, o al menos en suspenso. Aparte de esto, la cinta también plantea toda la exigencia física y las secuelas que el embarazo, el parto y la lactancia dejan en el cuerpo de la mujer. 

 

El segundo es el complejo mundo emocional de las relaciones familiares. A partir de oraciones aparentemente intrascendentes, vamos hilvanando los diferentes roles que cada miembro de la familia tiene asignados, cómo Amaia se convierte en madre sin dejar de ser hija, cómo llega un momento en que te conviertes en padre/madre de tus progenitores, cómo la llegada de nuevos miembros a la familia modifica y transforma el mapa familiar y cómo afectan las limitaciones físicas y de la edad a todos, pero especialmente a los cuidadores que toda familia tiene. A esta tela de araña emocional familiar que nos atrapa y nos sostiene, se alía el lenguaje: cómo se hace uso de las palabras y de la comunicación, a través de los gestos, en las familias, qué se dice y que se omite, qué se da por supuesto y qué, llegado el momento crucial de la despedida, se hace explícito. Muy relacionadas con las relaciones familiares paterno-filiales, se encuentran las relaciones de pareja: cómo afecta la llegada de los hijos a la vida conyugal, cómo nos situamos emocionalmente frente a los padres de nuestras parejas, qué supone una infidelidad en la relación en un momento de crisis y soledad. ¿Es posible rehabilitar el edificio matrimonial después del desgaste de los años y los acontecimientos vitales?

 

Junto a estas cuestiones fundamentales, aparece también reflejada la situación laboral de unos padres (supuestamente autónomos) condicionados por un mundo exigente donde prima la inmediatez. Para presentarnos todo esto, Ruiz de Azúa cuenta con cuatro actores que se visten la piel de sus personajes con gran acierto. El dúo masculino afina el papel del joven padre primerizo (Mikel Bustamante) y del padrazo mayor paciente (Ramón Barea), que van personalizando en las difíciles situaciones que la vida les va poniendo delante. Sin embargo, la fuerza de la historia es orquestada por las dos actrices femeninas, Laia Costa (Amaia) y Susi Sánchez (Begoña) que nos ilustran con sus intepretaciones acerca de la complejidad y la sutileza de las relaciones entre madres e hijas. Los hechos se desarrollan con un dramatismo contenido que nunca llega a desbordarse y que, en determinados momentos, se acerca a lo cómico por el sarcasmo de alguno de los personajes. Pero, ¿no es eso la vida? ¿Una tragicomedia? 

 

Begoña Chorques Fuster

Profesora que escribe

 


 

sábado, 3 de septiembre de 2022

AQUESTA NIT IMPROVISEM

La dificultat per definir què és real i què creïble, la cerca de la versemblança, la difusa frontera entre realitat i ficció són temes que obsessionen a les gents dels teatre, i també al director del muntatge i dramaturg, Ernesto Caballero. Fins i tot en un dels seus muntatges anteriors –la interessant adaptació del Tartuf de Molière que va pujar a les taules del Teatre Infanta Isabel al començament d’aquesta temporada de la mà del genial Pepe Viyuela– ho confirma. Aquesta vegada pren un dels clàssics moderns teatrals Luigi Pirandello, Aquesta nit s’improvisa la comèdia, i s’embranca en un joc metateatral al qual li treu un suc dens en la reflexió, però també hilarant i divertit. Per fer-ho, borda una versió en la qual adapta amb habilitat el text de Pirandello ala nostra realitat actual, inclús amb al·lusions a la religiositat buida i ritual i a la nostra absurda cerca de mites i semidéus. D’aquesta manera, l’aparició de Maradona en escena com a conseqüència d’un error de dicció desencadena un dels moments més absurds i divertidíssims de l’obra. Com diu un dels personatges, “el teatre ho pot tot”.  

El pretext és que una companyia es disposa a representar una versió de la narració breu de Pirandello Leonora, adéu davant del públic del Teatre Espanyol. El director vol que tot siga el més creïble possible i, per això, demana els actors que improvisen el text i es deixen portar per les situacions. Això provoca una dissociació entre la pròpia realitat de la representació, que suposament s’està improvisant, i allò que acaben representant que no deixa d’estar també escrit i discorre de forma paral·lela. Ja reflexionava sobre la versemblança i la realitat Pirandelo a Sei personaggi in cerca d’autore, obra genialment adaptada per Miguel del Arco a La función por hacer.      

El resultat és un muntatge de un poc més d’una hora i mitja en el qual és impossible no passar un estona excepcional. A banda de la formidable feina de Caballera com adaptador i director, el recolzen un elenc d’actors magnífics, format per Felipe Ansola (Pomarici), Jorge Basanta (Verri), Natia Hernández (Na Ignàcia), Joaquín Notario (Hinkfuss, el director), Paco Ochoa (L’actor de caràcter, En Palmir), Ana Ruiz (Totina/La cantant de cabaret) i Ainhoa Santamaría (Mommina). Tots culminen una interpretació amb moments esbojarrats (parlament en italià inclosos) on no manca la reflexió sobre el fet teatral i el que aquest aporta.

Solem dir que és molt sa riure’s d’un mateix. I raó no li manca a aquesta afirmació si realment som capaços de fer-ho. Doncs bé, Caballero intenta (i ho aconsegueix) dur a terme un exercici de crítica al teatre i de les seues diverses tendències actuals. Per això introdueix un acompanyament musical (molt operístic i italià, per cert) com un actor més en escena. Per últim, Caballero, en nom de tota la gent del teatre, li la retorna al Javier Marías com millor sap: amb una rialla alegre i saberuda. Us recorde que al 2017 l’acadèmic va publicar l’article “Ese idiota de Shakespeare” a El País criticant de forma descarnada el teatre que es feia a Espanya, havent confessat al començament que feia anys que no en trepitjava un. Sabrà l’autor riure’s de sí mateix?

Begoña Chorques Fuster

Professora que escriu