Una cambra pròpia

sábado, 4 de marzo de 2017

ADÉU, AMADOR, AMIC E AMAT

Cuando llegaban las vacaciones, siempre te ibas 'a la francesa'. Decías que había que marcharse discretamente. Así lo hiciste primero de la docencia, donde nos dejaste a muchos, compañeros y alumnos, una sensación de calor en la piel. Una parte importante de la profesora que soy hoy la tomé prestada de ti. Ahora te has ido de la vida de la misma manera. Amador, me quedo muy triste y algo enfadada. Y mira que era difícil enfadarse contigo... Te quiero, amigo.



Recordar la vida compartida y el ser humano que eras y eres -porque siempre serás- me hace sonreír, viejo profesor. A los profes más jóvenes nos enseñaste a amar la profesión; a los alumnos 'zangolotinos', la literatura, la lengua, las palabras...



"Hasta la muerte todo es vida." Gracias, Amador, por tanta vida compartida. Los amigos son la familia que se elige. Lo más bonito que escuché decir sobre ti ayer es que te reías con todo el cuerpo. Lo afirmó Miguel Alirangues con su mirada azul puesta en el infinito. Aquesta imatge és un tresor de tendresa. Que la terra et siga lleu. Adéu, Amic e Amat.


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